La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha optado por refugiarse en un segundo plano después de la detención de quien fuera su número dos en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Según ha adelantado el programa Al Rojo Vivo, de La Sexta, Génova espera que su dimisión sea inminente y Aguirre ya tiene redactada su carta de renuncia.

El viernes pasado, Aguirre se reunía con sus compañeros del Grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, mientras Ignacio González iba de camino a la prisión incondicional. Desde entonces, la expresidenta madrileña ha optado por un discreto mutismo, que se espera se rompa este lunes, con el anuncio de su dimisión.

Su dimisión como presidenta del PP regional
En febrero de 2016, Esperanza Aguirre dimitió como presidenta del PP de Madrid por “la gravedad” de las acusaciones de financiación ilegal en su partido. Sy anunció llegó tres días después de que la Guardia Civil registrara la sede del partido regional y más de un año después de que su mano derecha en la formación, Francisco Granados, entrara en prisión. “La corrupción nos está matando a todos”, afirmó Aguirre, en lo que se interpretó como un recado a Mariano Rajoy: “No es momento de personalismos, sino de sacrificios y cesiones”,dijo también la dirigente popular, que, sin embargo, siguió como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.

Su renuncia al Gobierno de Madrid
En 2012, Aguirre, en aquel momento presidenta de la Comunidad de Madrid y diputada regional, anunció que dejaba la política por motivios de salud y familiares. La dirigente popular había admitido que padecía un grave enfermedad, de la que ya estaba "supuestamente curada".

"Siempre pensé que la política era algo temporal" pero, "lo que inicialmente creí que sería un paréntesis en mi vida como funcionaria, al final se ha convertido en casi una vida dedicada a la política", dijo en una rueda de prensa convocada para la ocasión. "Nunca es el momento de dejarlo, hasta ahora", añadió Esperanza Aguirre, que achacó su renuncia a motivos familiares, ya que quería dedicar más tiempo a su marido, a sus hijos, a sus nietos, sus hermanos y su madre.