Esperanza Aguirre no está imputada - de momento- en investigación judicial alguna, pero su credibilidad está por los suelos. La 'lideresa' ya no puede dar lecciones de honradez ni de ética y, desde luego, ya nunca más podrá decirle a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que "a la política se viene llorado de casa". Pero es la portavoz del PP en el ayuntamiento de la capital de España y es también -imputada o no- todo un símbolo de una época corrupta que sumió la Comunidad de Madrid en una inmensa cloaca. A la espera de si finalmente acaba imputada (investigada) en alguna causa, los populares mantienen la estrategia de siempre: esperar y resistir. Aunque en este caso ni en la dirección nacional del partido ni en Moncloa la quieren. La pregunta es ¿Por qué no la 'invitan' oficialmente a marcharse?

No quiere dejar la política 'por la puerta de atrás'

Fuentes del PP han asegurado a ELPLURAL.COM que Esperanza Aguirre descarta dimitir como portavoz del PP en el ayuntamiento de Madrid porque está segura de que "no van a encontrar nada contra ella" y porque no está dispuesta a "dejar la política por la puerta de atrás" después de su larga carrera "en la que ha sido ministra y ha conseguido mayorías absolutas apabullantes" en Madrid.

¿Se acabó su carrera política?

Aguirre "es consciente de que está en el momento más difícil" de su carrera política. La detención de quien fuera su mano derecha y después su sucesor en la Comunidad de Madrid, Ignacio González supone la gota que colma el vaso de unos años en los que han caído sus máximos colaboradores, como Francisco Granados o Lucía Figar investigados o en la cárcel por distintos casos de corrupción. La charca está llena de ranas.

Pero además un día después de la detención de González ella misma tuvo que declarar como testigo de la Gürtel y su imagen llorosa al hablar de González es el retrato del momento por el que pasa.

Esperanza Aguirre está dispuesta a resistir mientras Rajoy y la cúpula del PP están deseando que se vaya. Lo que está claro es que lecciones de moralidad ya no podrá dar a nadie.