La Administración Trump ha protagonizado su gran primer papelón tras descubrirse que la flota nuclear que supuestamente se envió hacia la Península de Corea, con un fin disuasorio, realmente se encontraba en Australia.

El asunto ha estado oculto durante diez días, pero ha sido destapado por medios chinos y estadounidenses, después de que la propia Armada hiciera públicas, el lunes, fotografías tomadas el día anterior del portaaviones cruzando el Estrecho de la Sonda, entre Java y Sumatra, a más de 5.000 kilómetros de su teórico destino, Corea del Norte.


El 8 de abril, dos días después de que Estados Unidos bombardeara al régimen sirio, el almirante Harry Harris anunció que el portaviones nuclear Carl Vinson, con 6.000 soldados y más de 60 aeronaves, se dirigían desde Singapur hacia Corea, con el objetivo de responder a la actitud “temeraria” de Corea del Norte.

Tercera Guerra Mundial
¿Era la tercera guerra mundial? Eso pensaron algunos tras conocerse que el portaaviones estadounidense se encaminaba a Corea del Norte antes de que el régimen comunista realizara el 15 de abril un desfile militar para conmemorar el 105 aniversario del nacimiento del fundador del régimen, Kim Il-Sung.

Pero, nada más lejos de la realidad, porque el portaaviones se encontraba a 5.600 kilómetros de Corea del Norte y navegaba en dirección contraria, hacia el Índico, para formar parte de unas maniobras militares con la marina de Australia. Las fotos difundidas por la propia Armada de Estados Unidos así lo constataron.

La ruta seguida por el portaaviones hace prever que no llegue hasta aguas del Mar de Japón hasta dentro de una semana.