Tras la detención de Ignacio González por una supuesta trama de corrupción en el Canal de Isabel II, después de que su sucesor como presidenta de la Comunidad de Madrid, un sucesor no elegido por los madrileños si no por su dedo ya acostumbrado a escoger más de una y hasta de 20 ranas, Esperanza Aguirre ha decidido guardar silencio. No ha querido valorar lo ocurrido.

Pero su silencio no podrá durar mucho, principalmente porque mañana, jueves 20 de abril, la exlideresa tendrá que declarar de nuevo ante el juez. A primera hora de la mañana desfilará hasta llegar a los tribunales de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares para declarar como testigo en el macrojuicio de la Gürtel.

Son muchos los temas sobre los que Aguirre tendrá que dar explicaciones, pues son muchas las ramas que han crecido de esta trama de corrupción. Concretamente, Aguirre tendrá que dar explicaciones sobre el "fraccionamiento de los contratos de la Comunidad de Madrid" y adjudicaciones a las empresas de Francisco Correa, uno de los cabecillas de la trama, cuando ella era presidenta de la Comunidad de Madrid. Sobre los 6 millones de euros que costaron los actos que ella protagonizaba y preparaban estas empresas.

Aguirre señaló a Rajoy…

En diciembre de 2013, la exlideresa ya se enfrentó cerca de 230 preguntas de las diferentes acusaciones. Pero no todas se le formularon. Más de 60 preguntas no llegaron a pronunciarse ya que el juez Pablo Ruz, encargado de la instrucción de la Gürtel, consideró que eran “impertinentes”. La mayoría, presentadas por Pablo Nieto, uno de los representantes del Partido Socialista de Madrid, que actúan como acusación popular.

Aunque de momento no se sabe a qué preguntas se enfrentará, la expectación por lo que pueda decir Aguirre es máxima, sobre todo teniendo en cuenta lo que dijo en su primera vez. Es cierto que muchas de esas preguntas las despachó con decenas de “me remito a lo anterior”, “no”, “no lo sé” o “ídem”, pero también destapó alguna cosa.

El asombro fue mayúsculo cuando en 2013 no dudó en señalar directamente al líder de los populares, a Mariano Rajoy. Según explicó Rajoy conocía que se estaban produciendo y cómo se estaban dando los pelotazos inmobiliarios de la trama Gürtel, y lo sabía desde 2004.

En sus respuestas por escrito al juez Ruz, explicó con detalles una reunión con el presidente del PP y Álvaro Lapuerta (anterior tesorero a la época Bárcenas). En ella, siempre según la exlideresa, le habrían advertido de que en Arganda y Majadahonda se estaban vendiendo parcelas edificables a un precio muy inferior al real. Este era el pelotazo de Arganda, uno de los más importantes de la Gürtel, y por lo que más tarde se atrevería a asegurar aquello de: “Yo destapé la trama Gürtel”.

Es más, el encuentro se habría celebrado en el despacho de Rajoy en la sede de Génova 13.

“La advertencia del tesorero iba en la dirección de tratar de impedir que los respectivos ayuntamientos sufrieran una pérdida patrimonial importante puesto que, al parecer, el precio tasado era muy inferior al precio de mercado”. “Creo recordar que me advirtió también de que podría haber impugnaciones de los licitadores porque los criterios de adjudicación pudieran no ser suficientemente objetivos”, dijo entonces.

Finalmente “las parcelas se vendieron por ¡¡¡62 millones de euros¡¡¡ más que el precio tasado (...) (de 90 a 150 mllones). O sea que había 10.000.000.000 de las antiguas pesetas que perdía Majadahonda y alguien ganaba”, añadió.

… pero no sabía quién era Correa

Teniendo en cuenta que Aguirre tenía que explicar las fragmentaciones de los contratos de la Comunidad de Madrid con empresas de Correa, llamó la atención que en su respuesta por escrito, que ocupó 48 folios, asegurase que ni sabía quién era Francisco Correa ni lo había visto nunca. De hecho, no supo de él hasta que no vio imágenes una vez ya estallada la bomba de la trama.

No le he visto en mi vida, salvo en fotografía después del auto de febrero de 2009”. “En las grabaciones que se entregaron al juez Garzón el señor Correa me ponía a mí a escurrir”. Así de contundente fue Esperanza Aguirre para subrayar que su gabinete “jamás tuvo ningún contacto con las empresas de Correa”.

También negó haberle prohibido a López Viejo que diera contratos a las empresas de la Gürtel porque no sabía que existía la trama. En cuanto lo supo, con el auto de Garzón en 2009exigió” la dimisión de los implicados.

Teniendo en cuenta que López Viejo está imputado en el caso como exconsejero de Deportes y se le señala como el encargado de organizar los eventos de la Comunidad de Madrid con las empresas de Correa a cambio de una mordida del 10%, Aguirre prefirió desvincularse y decir que él no era para nado un hombre de su confianza.

Ahora la pregunta es ¿qué dirá mañana Aguirre cuando se siente en el banquillo?