Parece que el ministro de Justicia está rehusando encontrarse cara a cara con un periodista después de su último escándalo. Recordemos que el pasado 18 de marzo se conoció la noticia de que Catalá había estado presente en el cumpleaños del empresario Manuel Torreblanca, marido de la empresaria y mecenas Liliana Godia, y que fue condenado en junio de 2015 a dos años de prisión y el matrimonio llegó a estar acusado de nueve delitos contra la Hacienda Pública.

El ministro no tuvo reparos en acudir al cumpleaños en un exclusivo restaurante de Baqueira Beret, junto a importantes empresarios, algo que le valió duras críticas de la oposición, así como las preguntas en el Congreso de diversos diputados sobre hasta dónde sabía el ministro del acuerdo con la Fiscalía por el que Torreblanca evitó la prisión y quién pagó su desplazamiento y gastos a la fiesta.

En ningún momento ha negado el encuentro, pero tampoco ha dado explicaciones ante la prensa por él, incluso evitando cualquier acercamiento a un micrófono desde el día en el que saltó el escándalo. Algo que contrasta con su actitud habitual, por la que no perdía ocasión de hablar de asuntos propios y ajenos siempre que podía, muchas veces con peor fortuna de la que esperaba.

El único momento de estas últimas semanas, cargadas de actos oficiales para Catalá como recoge su agenda, en el que se ha acercado a los periodistas fue el pasado 12 de abril, cuando se encontraba visitando la Semana Santa de Málaga, y donde respondió a preguntas sobre los controvertidos indultos en estas fechas, afirmando que en los últimos años el Gobierno ha llevado a cabo “una restricción extraordinaria” en esta materia.

La falta de medios en la justicia

En su próxima entrevista, cuando se decida a darla, al ministro también podrían preguntarle por las palabras del Fiscal Anticorrupción de Valencia en el programa Malas Compañías, donde aseguró que los políticos los mantienen en la precariedad para investigar los muchos casos de corrupción que tienen ante sí.

No se conocen entrevistas previstas para los próximos días con el ministro de Justicia. Parece que ha escogido para esta polémica la estrategia de Rajoy, esperar a que se olvide. Pese a esto, veremos qué responde a las preguntas de la oposición.