Desde que ETA decidiera romper las relaciones con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, su declive comenzó a ser constante. El 20 de noviembre de 2011, la banda terrorista anunciaba por primera vez el fin de la lucha armada. Tan solo seis años más tarde, se haría oficial su desarme unilateral e incondicional.

Fue en diciembre de 2006. ETA explosionó una furgoneta bomba en la Terminal 4 de Barajas (Madrid). Muchos expertos coincidieron entonces en que podría ser el punto de inflexión a partir del cual se aceleraría el final del terrorismo etarra.