El día ‘D’ llegó. Lo inevitable ocurrió, por mucho que quisieran estirar un frágil chicle que parecía desvanecerse desde el principio. Pedro Antonio Sánchez, en la mañana de este martes, ha presentado su dimisión como presidente de la Región de Murcia no sin antes anunciar quién debe ser su heredero.

El dedo de su ‘padre político’ le señalaba durante el discurso de despedido. El elegido es Fernando López Miras, un millennial de 33 años que entabló una gran amistad con el que puede ser su predecesor. Además, formaba el núcleo duro que rodeaba al ya expresidente.

El diamante en bruto de Sánchez

Miras es licenciado en Derecho y MBA en Dirección y Administración de Empresas, amén de seguir los pasos de su padre siendo gestor del Banco Español de Crédito y del Banco de Valencia. Desde 2011 hasta el 14 de abril de 2014 fue diputado del Grupo Parlamentario Popular de la Asamblea regional de Murcia, cuando renunció a su escaño antes de ser nombrado secretario general de la Consejería de Economía y Hacienda.

Un currículum al que también hay que añadir su función como Presidente de Nuevas Generaciones de Lorca, puesto que ostenta desde 2008, coordinador territorial de la formación popular y miembro de la Junta Directiva Nacional del partido. Presidente de Nuevas Generaciones de Lorca desde 2008 y secretario general de Nuevas Generaciones del Partido Popular en la Región de Murcia, es coordinador territorial del Partido Popular en la Región de Murcia y miembro de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular.

Unas cualidades atribuidas a Miras por las que rubricó la gran amistad con Pedro Antonio Sánchez, amén de su función como contertulio, la cual ayudaba al partido a lavar su imagen en los medios de comunicación.