Mientras la presidenta de la Junta de Andalucía anunciaba de forma oficial su candidatura a las primarias, uno de sus rivales, Pedro Sánchez, movilizaba en Valencia a sus simpatizantes.

El ex secretario general de PSOE ha reunido a alrededor de 3.000 personas en el polideportivo de la localidad de Burjassot, que le esperaban coreando su nombre. Ante ellos ha recalcado, una vez más,  que para su partido sólo hay dos opciones: "La del siglo XX y la abstención a Mariano Rajoy o la del siglo XXI y un partido de izquierdas, creíble y autónomo".

En su intervención, que ha durado 45 minutos, Sánchez no ha mencionado expresamente a Díaz, aunque sí ha hecho alusión a la candidatura de ésta, afirmando que "en estas primarias debatimos con intensidad; los socialistas no son nuestros adversarios, los adversarios están fuera y son el PP y los sistemas económicos que lo sostienen".

Del mismo modo, ha hecho un llamamiento para que el PSOE vuelva a ser “el partido de la gente joven que luche contra la corrupción y las puertas giratorias”.

Pedro Sánchez ha estado arropado por diputados socialistas como Odón Elorza, María Luz Martínez Seijo y Susana Sumelzo, y dirigentes del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia como el también diputado José Luis Ábalos, el exeurodiputado Andrés Perelló y los alcaldes de El Puig, Luisa Salvador, Burjassot, Rafael García, y Torrent, Jesús Ros.

Transparencia y participación

Ante el futuro, tanto de España como de Europa, y el auge de los partidos de extrema derecha, el ex secretario general ha asegurado que “la respuesta no es la gran coalición, porque con ella no se frenan los populismos ni el fascismo, sino una gran coalición con los sindicatos, las ONG, las organizaciones feministas y todos aquellos que luchan contra la pobreza y la exclusión".

Sánchez ha insistido también en que el problema del PSOE no es la democracia interna, sino “ser más transparente y participativo”, por lo que ha anunciado que si es elegido secretario general "las consultas sobre acuerdos postelectorales serán obligatorias".

Después de la abstención a la investidura de Rajoy, ha recordado, "nada ha cambiado en nuestro país", por lo que ha pedido a su formación “que vuelva a ser el partido de las izquierdas con nuevas ideas vinculadas al feminismo, la memoria histórica, el ecologismo y el laicismo, para que la iglesia pague impuestos como todo el mundo".

Pedro Sánchez ha incidido en que "el PSOE no ha de renunciar a vertebrar el cambio que necesita España", a lo que ha añadido que "hacer políticas de izquierdas es gobernar con rigor y no para las elites económicas".

Unidad tras las primarias

Una vez que termine el proceso de primarias, el ex secretario general apuesta por un "sí a la unidad del partido, porque sé lo que significa un secretario general cuestionado permanentemente, y un no a los presupuestos" elaborados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

"Quien crea que la democracia interna es un problema en el partido socialista es que no ha entendido nada. Quiero sumar y que vuelvan los militantes y los votantes decepcionados. Necesitamos un PSOE ganador", ha subrayado.

Por último, el rival de Díaz ha manifestado sentirse orgulloso de que la derecha política y mediática le haya considerado "enemigo público", aunque ha resaltado que para él "el enemigo público es la corrupción y la desigualdad".

De igual manera, ha afirmado que le extraña también que “moleste que su candidatura sea la de la militancia” dado que defiende un PSOE "de izquierdas y de color rojo que evite las políticas de derechas".