Mariano Rajoy dejó entrever este miércoles una maniobra para escapar de una comisión de investigación en el Congreso sobre la financiación ilegal del Partido Popular. En la Sesión de Control, el presidente dijo que podría llevarse a cabo en el Senado, donde cuenta con mayoría absoluta, y que, en cualquier caso, añadió, habría que investigar a todos los partidos. Hoy, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha insistido en esta estrategia del ventilador.

El también ministro de Educación y Cultura ha defendido que para "poner freno a posibles o supuestas financiaciones irregulares hay que hablar de ellas en su conjunto" porque "parece extraño que sólo se quiera personificar en un partido y dejar al resto al lado".

"Hay que hablar y buscar un consenso porque lo que nos interesa a todos es que la financiación de un partido sea clara y no se cometan delitos", ha dicho Méndez de Vigo, en una entrevista de radio.

Preguntado sobre el pacto suscrito por el PP con Ciudadanos, en el que se incluye la creación de una comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal de su partido, Méndez de Vigo ha dicho, como Rajoy, que el Grupo popular no se opone a que se investigue, pero considera lógico que se trate el tema en su conjunto y se aborde también la posible financiación irregular de otros partidos.

"Queremos transparencia para todos, no sólo para unos", ha insistido el ministro, quien ha asegurado que el partido que tiene más sumarios abiertos "no es precisamente el PP".

Una subcomisión que evite la comparecencias políticas
El PP ha intentado casi todo para evitar una investigación de su presunta caja B. Empezó maniobrando para diluirla en una subcomisión parlamentaria dentro de una comisión ya creada en el Congreso sobre “calidad democrática, contra la corrupción y de reformas institucionales y legales”.

Este modelo de subcomisión convendría al PP porque se basa en un formato de comparecencia de expertos que tiene como objetivo una propuesta de reforma legal, pero no entra a analizar hechos ni obliga a comparecencias políticas, como las de Mariano Rajoy, José María Aznar o de empresarios donantes del partido, como sí ocurriría en una comisión de investigación.

La solicitud presentada por la oposición
El último intento de escabullirse ha sido el protagonizado por el presidente del Gobierno, este miércoles, en la Sesión de Control, donde afirmó que la comisión podría celebrarse en el Senado, donde podría manejarla a su antojo gracias a su mayoría absoluta.

Unas horas después, los grupos parlamentarios del PSOE, Ciudadanos y Podemos registraron en el Congreso una petición conjunta para que se cree la comisión, que podría materializarse en unos 15 días, según anunció el portavoz socialista, Antonio Hernando.