La ministra de Defensa, “secretaria florero” del PP, diputada nacional por Toledo y actual presidenta del mismo partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, no ha decidido todavía si se presentará a la reelección para continuar presidiendo la formación conservadora en el congreso que los “populares” celebrarán en Cuenca el próximo 18 de marzo.

Cospedal sabe que su imagen orgánica está seriamente tocada; sabe, además, que estéticamente pocos aprueban su desaforada ansia de concentración de cargos y nóminas y, por si fuera poco, es conocedora de la existencia de una plataforma alternativa dispuesta a presentar un candidato o candidata, además de enmiendas específicias, si finalmente la lideresa decide revalidar la presidencia del PP castellano-manchego, según fuentes consultadas por ELPLURAL.COM.

“Estamos hartos...y lo saben”

Fuentes que aseguran que si Cospedal, obviando las críticas y despreciando a los asesores de Génova, que piden su retirada del partido en Castilla-La Mancha, presenta su candidatura, “entonces, con toda seguridad, habrá otros candidatos para presidir el PP”, añaden las fuentes, “tal vez no consigan ganar a Dolores, pero está claro que su liderazgo quedaría seriamente dañado, cuestionado y tendría consecuencias en los posteriores congresos provinciales, donde igualmente existe una gran inquietud y zozobra por el mantenimiento de las misas caras, las mismas personas, a pesar de que los afiliados no los quieren, no los aceptan, como es el caso de Cuenca o Toledo; estamos hartos y lo saben”.

“La estrategia de Dolores”

Nuestros interlocutores llegan aun más lejos al afirmar que “todos conocemos las estrategias que está desarollando Dolores, o más bien sus vasayos en Castilla-La Mancha, y que pasan por dejarse querer y que los afiliados la aclamen y se rasguen las vestiduras para que continúe en su cargo”.

Sin embargo, la cúpula del PP, con el secretrio general a la cabeza, Vicente Tirado, no tienen claro que “esta estrategia funcione, máxime después del congreso” de la Caja Mágica donde “quedó demostrado que una enmienda, una sola enmienda, puede hacer tambalearse a toda una secrertaria general. Se imaginan, no una enmienda pidiendo la supresión de acumulación de cargos, sino diez enmiendas solicitando lo mismo en Cuenca; sería malo para Dolores, malo para la credibilidad del partido y bueno para el PSOE”, dicen.

Las dudas de la lideresa

Y es verdad. Cospedal puede tener una ambición desmedida, que la tiene; puede amar hasta la saciedad el poder, que lo ama, pero, hoy por hoy, se encuentra ante una dicotomía de complicada solución, porque si no se presenta para revalidar la presidencia del PP castellano-manchego se puede interpretar como una derrota, pero si hace lo contrario y decide mantener su poder territorial, puede provocar la ira de muchísimos afiliados silentes que no aceptarían tal acumulación de cargos. De ahí que Cospedal agote los plazos y espere hata el último día para dar a conocer su decisión.

¿Otro coordinador en La Mancha?

La situación está tan abierta que, incluso, sus voceros están propagando la posibilidad de extrapolar a Castilla-La Mancha la decisión de Rajoy de nombrar un coordinador, y buscar una persona que lleve el día a día del partido y que Cospedal continuara con la presidencia regional. Sin embargo, la figura del coordinador en tierras manchegas carece de legitimidad, puesto que ese papel lo lleva desempeñando el secretario general y mano derecha de la ministra, Vicente Tirado, prácticamente desde el primer día que llegó la madrileña a Toledo.

Posibles sucesores de Cospedal

En todo caso, en el PP castellano-manchego urge buscar al sucesor o sucesora de Cospedal al frente del partido. Y cribando a los numerosos candidatos que aparecen estos días (Ana Guarinos, portavoz del PP en las Cortes; Rosa Romero, componente de la Mesa del Congreso de los Diputados...), sólo dos personas pueden sentarse en el hipotético sillón vacío de Cospedal, que no son otros que el actual secretario general, Vicente Tirado, o el alcalde de Guadalajara, Antono Román. Entre ambos, no cabe duda de que Tirado tiene todas las papeletas para erigirse en el nuevo líder del PP siempre y cuando María Dolores de Cospedal decida apearse de la presidencia del partido en Castilla-La Mancha.

Cospedal ningunea a Cuenca

Las fuentes consultadas por este periódico inciden en las formas utilizadas por Cospedal para vengarse de la militancia de Cuenca, ya que es en esta provincia desde donde partió la llamada enmienda “antiCospedal” que pedía la anulación de la concentración de cargos y que no salió adelante por solo 25 votos, así como las primeras dimisiones por considerar que dicha votación fue fruto de un “pucherazo”. El caso es que el PP se ha llevado su congreso regional a Cuenca, pero, curiosamente, ningún conquense llevará las riendas del cónclave, y eso que el alcalde o el presidente de la Diputación son del partido y las correctas composturas protocolarias obligaban a que fuera alguno de ellos el presidente del congreso, que finalmente estará presidido por el alcalde de Talavera, Jaime Ramos. Cuenca es una olla a presión.