Un año ha pasado ya desde que dos titiriteros pasasen cinco días en prisión provisional sin cargos y levantasen un debate nacional sobre los límites a la libertad de expresión por representar una obra en los carnavales de Madrid con la frase “Gora Alka-ETA” escrita en una pancarta.

Por esto, Alfonso Lázaro de la Fuente y Raúl García han vivido un periplo judicial durante todo el 2016 en el que han pasado de estar acusados de terrorismo y delito contra los derechos fundamentales a ver archivadas todas sus causas contra ellos.

Ahora, y parece que sin miedo a las amenazas que ya sufrieron, volverán a interpretar su obra La bruja y Don Cristóbal con la más que criticada pancarta, según han comunicado desde su compañía, Títeres desde Abajo. Será el próximo domingo 5, a las 18.00 horas, en el Teatro del Barrio en el madrileño barrio de Lavapiés, en una función gratuita y retransmitida en directo a través de internet.

Coloquio posterior

Tras la representación, los titiriteros también han informado que se organizará un coloquio sobre la represión en la que participarán sus abogados, el cantante del grupo Def Con Dos, condenado recientemente por el Tribunal Supremo a un año de cárcel por apología del terrorismo, César Strawberry, el grupo de raperos La Insurgencia; el colectivo Madres contra la represión, liderado por la madre de Alfon, condenado por tenencia de explosivos, y la Plataforma de apoyo a Nahuel.

“Vivimos gobernados por un miedo inducido por quienes tienen el poder: políticos, religiones, policías, medios de comunicación, jueces, fiscales, y amos del capital. Nuestra Bruja representa a aquel que se atreve a vivir en libertad y cuestionar el orden impuesto y sufre la represión en manos del Estado y sus leyes”, afirman los titiriteros en su comunicado.

Cierre de las causas

Y lo cierto es que, pese al gran revuelo mediático y político que se armó con su detención, con el PP atacando en tromba al ayuntamiento de Madrid, y de paso a Podemos, la justicia dictaminó en junio, tras las elecciones del 26J, que  no se había producido enaltecimiento del terrorismo de ETA en la obra La bruja y Don Cristóbal, entendiendo el tribunal que los titiriteros no quisieron "elogiar, enaltecer, alabar o justificar la actividad terrorista o menospreciar o humillar a las víctimas de delitos terroristas o sus familiares".

Pero no fue hasta el pasado 11 de enero cuando el Juzgado de Instrucción nº 46 de Madrid acordó el “sobreseimiento provisional y archivo” de este segundo procedimiento, entendiendo que no se dio un delito de odio “cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución”.

Veremos el próximo domingo cómo recibe Madrid a los titiriteros y su obra La bruja y Don Cristóbal, aunque no puedan interpretarla con el escenario y los muñecos originales ya que, como también han comunicado, estos siguen bajo custodia judicial.