El Partido Popular, por “hache” o por “be”, sigue empecinado en no reconocer que el levantamiento de un grupo de oficiales y generales del Ejército español en 1936 fue, ante todo, un golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la II República, elegido democráticamente en las urnas y derrocado por ese grupo de ideología fascista que impuso a sangre y fuego su ideario. Y lo demás son rocambolescas interpretaciones que se niegan a visibilizar la verdad y que, apoyándose en ese negacionismo, vulneran constantemente la Ley de la Memoria Histórica, como así iba a suceder este jueves en el Museo del Ejército de Toledo donde el Ministerio de Defensa, que dirige María Dolores de Cospedal, había autorizado la presentación del libro Los héroes del Alcázar, de Manuel Casteleiro de Villalba, cuyo contenido ha sido catalogado por Izquierda Unida de “exaltación fascista”.

Iniciativa parlamentaria

Finalmente, la ministra Cospedal ha ordenado cancelar la presentación de este libro, pero no por convicción  personal, sino por la presión de Izquierda Unida, que a través de su diputado, Miguel Ángel Bustamante, había registrado una iniciativa parlamentaria junto al también diputado de En Comú Podem, Félix Alonso, para pedir explicaciones al Gobierno del PP por este acto que vulneraba la Ley de Memoria Histórica.

El Museo del Ejército ha emitido un escueto comunicado para informar simplemente de la cancelación de la presentación de este libro, sin ofrecer más explicaciones. Bustamante ha mostrado su satisfacción y se ha  “congratulado de que este acto no vaya a tener lugar al menos en dependencias públicas pagadas con el dinero de todos, que si para algo no deben utilizarse es como plataforma de actividades que, a falta de más detalles, vulnerarían claramente, entre otras, la Ley de Memoria Histórica”, ha dicho.

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Cartel con la convocatoria a la presentación del libro Los Héroes del Alcázar

“Homenaje a los golpistas del 36”

La iniciativa parlamentaria recogía lo inadecuado de que se permitiera la vinculación de Los héroes del Alcázar con el Museo del Ejército, ya que este libro supone “un homenaje a los golpistas del 36 de dudosa parcialidad”, aseguraban los diputados, señalando que las valoraciones de los textos, que entre otras cosas, hablan que  “la sublevación del Ejército contra el poder establecido”, “honrar el reconocido valor heroico que demostraron todos los defensores de la Academia de Infantería, Caballería e Intendencia de Toledo, reconocer las virtudes que con abnegación inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio de España”, o ‘lucha heroica de unos españoles en defensa de sus ideales”, no parecen ajustarse al artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica.

Por todo ello, es por lo que ambos parlamentarios pedían detalles al Ejecutivo del PP sobre su “conocimiento” y posible “autorización” de esta presentación, además de si consideraban adecuado “la utilización de una institución pública” para ello y si pensaba el Gobierno “adoptar algún tipo de medida o abrir expediente informativo” en relación con esta cuestión.

“Franco, héroe de España”

Para IU, “la honra que se dice alcanzar con la edición del libro no es tal, ya que las acciones excepcionales o extraordinarias que con virtud y abnegación se llevaron a cabo por los sublevados, según el autor, no fueron otra cosa que un ejercicio de traición y atentado contra el legítimo y democrático gobierno de la II República”. Sin embargo, el director del Museo del Ejército, el general Juan Valentín-Gamazo Cárdenas, defiende que el dictador Francisco Franco sea tratado como "héroe de España” como argumentó este pasado verano en una carta enviada a una visitante que se quejó de esta consideración. Tal vez por eso, el general no dudó en aceptar  y participar activamente del evento, ahora suspendido, así como “amparar y difundir esta propaganda golpista, puesto que en el cartel de la presentación aparece como ponente”, concretan desde IU.

Alcaldes del PP, con la Fundación Franco

Sea comos sea, el caso es que el PP sigue con su sambenito particular de ser un partido que se niega a condenar el golpe de estado de 1936. Tal vez porque, sencillamente, están convencidos de aquella aberración hstórica; tal vez porque sigan pensando que fue lo mejor para España. El caso que aún hoy, 80 años después, hay alcaldes del Partido Popular que no dudan en participar en actos de homenaje al genocida y dictador Francisco Franco, como la alcaldesa de Alberche del Caudillo (Toledo), Ana Rivelles, que junto al secretario general del PP de Badajod y diputado de la Asamblea de Extremadura, Juan Antonio Morales, fueron premiados por la Fundación que lleva el nombre del golpista por oponerse a la Ley de la Memoria Histórica. El PP extremeño liderado por Monago ya ha condenado la presencia de Morales, frente al de Cospedal en Castilla-La Mancha que, como es costumbre en estos cada día más frecuentes casos, guarda sepulcral silencio.