Esta próxima Navidad será la segunda de Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid y, como ya ocurrió el año pasado, parece que la celebrará entre polémica por su anunció de restringir el tráfico en el centro de la capital.

Todos recordamos la lluvia de críticas que recibieron las llamadas “cabalgatas del cambio” que quisieron innovar y recoger nuevas sensibilidades. Entre ellas, la de la capital que se ganó el grito de: "No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás" en voz de la directora de Área Internacional de la fundación FAES, Cayetana Álvarez de Toledo, y todo por vestir “como a unos hípsters” a los reyes magos, eliminar la presencia de animales o dedicar las habituales gradas de los asistentes VIPS a zonas más accesibles para discapacitados.

Este año, la cosa no va de trajes ni de carrozas, sino de coches. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado que cerrará parte del centro de la ciudad al tráfico privado para que los viandantes puedan disfrutar de esta zona durante gran parte del mes de diciembre y los primeros días de enero, ya en el 2017.

Las tiendas, decoración y luces que iluminan esta parte de Madrid son un gran reclamo tanto para los propios madrileños como para los turistas y, por ello, la alcaldesa ha decidido dejar únicamente un carril por sentido en la Gran Vía, menos en el tramo entre la calle de San Bernardo y la plaza de España, donde se habilitarán dos carriles en sentido plaza de España y uno en el sentido contrario.

Otras calles en las que habrá restricciones son: Atocha y Mayor entre el 2 y el 11 de diciembre, el fin de semana del 16 al 18 y del 23 de diciembre al 8 de enero durante las 24 horas. Además, se estudiarán cortes puntuales en la calle de Segovia, entre la ronda de Segovia y Puerta Cerrada.

Una decisión “unilateral”

Como ya es habitual, las decisiones tomadas por el Ayuntamiento, donde gobierna Ahora Madrid, son cuestionadas por la Comunidad, liderada por la popular Cristina Cifuentes.

En esta ocasión, el Consorcio de Transportes, que depende de la Comunidad de Madrid, ha asegurado que desconoce los planes de Carmena porque la medida ha sido tomada de manera "unilateral". "En momento alguno se ha informado o comunicado nada al Consorcio sobre la intención de cerrar la Gran Vía de cara a coordinar un posible refuerzo de metro", ha explicado un portavoz.

De momento, la polémica política está servida. Habrá que esperar para ver que opinan los ciudadanos y comerciantes.