La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, no ha dado a conocer todavía el nombre de su nuevo Secretario de Defensa, aunque Agustín Conde sigue en todas las quinielas para ocupar este importante puesto, ni el de directores generales, ni secretarios ni subsecretarios, y eso que su intención no “es otra que cambiar de arriba abajo todo el Ministerio con nuevos nombramientos que nada tendrán que ver con el organigrama del anterior titular, Pedro Morenés”, según declaraciones a ELPLURAL.COM de fuentes del PP. Y es que, siempre según nuestros interlocutores, “Dolores pretende limpiar el departamento y evitar supuestas polémicas o escándalos que pudieran haber sido protagonizadas por los actuales responsables del Ministerio”.

Marcial Marín, confirmado

Sin embargo, Cospedal se ha preocupado, “y mucho”, añaden las fuentes, “de que los colaboradores en su etapa de presidenta de Castilla-La Mancha y luego responsables de distintos departamento ministeriales, continúen en sus puestos y sean ratificados por sus correspondientes ministros. Este es el caso del secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, nombrado en julio de 2015 en sustitución de la polémica y millonaria Monserrat Gomendio, y que ha sido ratificado por el ministro de Educación Íñigo Méndez de Vigo, flamante portavoz del Gobierno de Rajoy a petición, dicen los mentideros monclovitas, de María Dolores de Cospedal en un intento de quitar visibilidad a su “enemiga íntima”, Soraya Sáenz de Santamaría, a cambio de lo que Cospedal hubiera pedido al veterano exeurodiputado la continuidad de Marín.

De gerente empresarial a secretario de Estado

La ratificación de Marcial Marín llama la atención por muchas cosas, pero sobre todo por su falta de idoneidad para llevar las riendas de un Ministerio que busca en la actualidad el consenso entre todas las fuerzas políticas para sacar adelante, de una vez por todas, una Ley de Educación que sea del agrado de todos, incluidos los nacionalistas, y que con Marcial Marín se antoja un objetivo imposible, dada su falta de empatía y capacidad de diálogo, como quedó probada en su etapa de consejero de Educación en el Gobierno de Castilla-La Mancha presidido por María Dolores de Cospedal. Sindicatos, padres, alumnos y partidos políticos se levantaron contra Marín por su devastadora política de recortes y despidos de miles de profesores, cierre de colegios rurales, supresión de comedores y rutas y retirada de becas. De ahí que la comunidad docente no entendiera como un gerente de una asociación empresarial de Albacete podía ser consejero de Educación y mucho menos secretario de Estado, pero la sombra de Cospedal continúa siendo alargada.

Otros enchufados

Pero aquí no queda la influencia de la ministra de Defensa, que también habría maniobrado para que su compañera en el Consejo de Ministros, Fátima Báñez, mantenga en su cargo en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social a Carmen Casero como directora General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas. Otro caso parecido al de Marín, puesto que Casero pasó de ser portavoz del PP en Tomelloso a consejera de Empleo y Economía y de aquí a la citada dirección general. Un currículum, sin duda, que “avala” la profesionalidad de los llamados “enchufados de Cospedal”, que tras un año en funciones están siendo ratificados por los nuevos ministros o confirmados por los mismos que les dieron entrada en julio de 2015, entre los que encuentran también la exconsejera de Agricultura, María Luisa Soriano, presidenta en el Liceo ‘Cervantes’ de Roma; Leandro Esteban, ex consejero de Presidencia y miembro hoy de la Fundación de las Cámaras de Comercio, o Mar España, exviceconsejera de Presidencia también del Gobierno presidido por Cospedal entre 2011 y 2015, y directora de la Agencia Española de Protección de Datos desde el verano de 2015.