Por controlar gran parte del mundo, por decidir otra gran parte de las políticas internacionales, por ser los cabeza visible de la gran economía y los presidentes de casi 319 millones de personas. Por todo esto y mucho más se enfrentan este martes en las urnas de Estados Unidos Hillary Clinton y Donald Trump.

A primera hora de la mañana de este miércoles podremos saber quién es el nuevo presidente estadounidense y, por lo tanto, el nuevo inquilino de una de las mansiones más retratadas en la historia del cine: La Casa Blancas.

Es cierto que sabemos cómo es por fuera y que podríamos describirla casi con detalle gracias a series, películas y libros que se desarrollan entre sus paredes, pero La Casa Blanca es mucho más. Tanto, que es otro digno objetivo por el que pelear.

132 dormitorios, 52 baños, 28 chimeneas…

Con sus más de 5.000 metros cuadrados La Casa Blanca podría ser definida como la mansión de las cifras de vértigo. ¿Qué por qué? Muy sencillo, basta con decir que en ella hay 132 dormitorios, 35 baños, 28 chimeneas y 7 ascensores, todo desplegado en 7 plantas, según los datos del metabuscador inmobiliario Mitula. 

De sus 7 niveles, es en el sótano donde se esconde la sala de máquinas necesaria para que todo funcione. Desde la cocina o la lavandería, pasando por una carpintería que funcionan las 24 horas de forma ininterrumpida. 

Además, en la zona central, la que está delimitada por unas columnas, se sitúa la residencia del presidente y su familia que también pueden disfrutar de varias salas de reuniones, una biblioteca, una sala de mapas, un solárium o las salas usadas para ceremonias de estado.

En la década de 1790 George Washington mandó construir La Casa Blanca con la intención de que fuera la nueva mansión presidencial, pero también el centro donde tomar las decisiones más importantes para el país y, por extensión, para todo el planeta. Sin embargo, George Washington no fue su primer habitante, sino John Adams en el año 1800.

¿Dónde se toman las decisiones?

Si hablamos del Ala Oeste de La Casa Blanca, rápidamente viene a nuestra memoria las imágenes de la mítica serie. En este edificio de tres pisos principales y varios niveles subterráneos es donde está situada la Oficina del presidente, el archiconocido despacho Oval y las oficinas de los miembros más importantes de su Gobierno. También incluye la sala de reuniones del Gabinete presidencial y la Sala de Situaciones (conocida como Situation Room), el espacio donde se gestionan las crisis de Estado.

En el otro extremo, el ala este, encontramos las oficinas de la primera dama y su secretario, el teatro de la Casa Blanca y otras instalaciones no dedicadas a la vida política.

¿Qué es más grande La Casa Blanca o La Moncloa?

Sólo hay que hacer un par de comparaciones para demostrar que la mansión del presidente o presidenta de los Estados Unidos es realmente impresionante. Si lo comparamos con La Moncloa estas son las cifras: 7 plantas frente a las 2 del edificio neoclásico español. Pero hay más, la parte residencial del Palacio de La Moncloa sólo tiene 200 metros repartidos entre 8 habitaciones, 9 baños y 3 vestidores.

Pese a que pueda parecer modesto comparado con su homónimo norteamericano, el complejo de la Moncloa está lejos de ser pequeño o económico. Una finca de estas características en uno de los distritos más caros de la capital española, se elevaría hasta cifras astronómicas.

Si no centramos sólo en los 58.0000 metros del Palacio y sus jardines, y suponemos que se pusieran a la venta a los precios actuales de Moncloa-Aravaca (2.700 euros/m2), La Moncloa podría costar 156,6 millones de euros.