La modificación de la ley de designación de senadores en representación de la Comunitat Valenciana para introducir la posibilidad de revocar el nombramiento de estos cargos, entrará en vigor este martes y, con ella, la senadora Rita Barberá podría estar un paso más cerca de abandonar la Cámara Alta.

Este cambio, aprobado por Les Corts el pasado 19 de octubre, establece que el procedimiento para revocar a un senador deberá ser propuesto por un mínimo de dos grupos parlamentarios que representen al menos una décima parte de la Cámara, y ser aprobada por dos tercios, y sin oposición del grupo que propuso al senador.

La solicitud de revocación habrá de referirse a una persona concreta y exponer las causas que, a juicio de los proponentes, justifiquen la pérdida de confianza, fundamentada en el incumplimiento de las obligaciones del senador establecidas en la ley, así como actuaciones que comporten el desprestigio de las instituciones.

Con carácter previo a la celebración del pleno ordinario, el senador o senadora deberá comparecer ante la comisión que la Mesa de Les Corts determine, y la votación final en el pleno se hará de forma pública y por llamamiento a cada uno de los diputados.

Este cambio normativo, propuesto por Podemos y aprobado con el apoyo de todos los grupos menos el PP, que votó en contra, entrará en vigor mañana, después de que haya sido publicado este lunes en el Diari Oficial de la Generalitat.

Fin a las puertas giratorias

Por otra parte, también entrará en vigor la ley de incompatibilidades y conflictos de intereses de personas con cargos públicos no electos, con la que se busca cerrar “las puertas giratorias”.

La norma, aprobada por Les Corts con los únicos votos en contra del PP, marca un tiempo de entre dos y tres años tras dejar el cargo, durante el cual éstos no podrán ofrecer servicios o formar parte de órganos colegiados en empresas o sociedades privadas relacionadas con las competencias que ocupaban.

También se establece la obligación de los cargos no electos de inhibirse para suscribir contratos con empresas participadas por familiares hasta el tercer grado de consanguinidad y el segundo de afinidad, directa o indirectamente.

La norma crea también el Registro de Control de Conflictos de Intereses, adscrito la Conselleria competente en materia de transparencia, que será de acceso público e incluirá datos sobre actividades, bienes y patrimonio de las personas que ejerzan un cargo público y estén afectadas por esta ley.