Que esta legislatura, dure lo que dure, va a ser especial, casi nadie lo pone en entredicho. Es más, da la impresión de que tal circunstancia es irrenunciable. Sin duda, el papel del PSOE y lo que pueda surgir de todo el conflicto interno en el que está inmerso, es y será el que marque el futuro a corto, medio y largo plazo y no únicamente desde un perspectiva interna del propio partido. Al margen de su recuperación, todas las miradas en el entorno político se centran en otro partido, el de Pablo Iglesias. Precisamente, a Podemos y a su líder se refiere hoy con mucha dureza Luis María Anson en un artículo titulado 'El caudillaje de Iglesias'.

El inicio ya es contundente, con una especie -o sin el especie- de comparación del secretario general de la formación morada con Hitler, Mussolini, Franco, Fidel Castro, Hugo Chávez... a propósito de una frase que, según Anson "Lenin acuñó la idea y Stalin la exacerbó", y que en relación con Pablo Iglesias significa que "no cree en la democracia pluralista de las naciones europeas ni en la soberanía nacional tal y como ellas la entienden. Está contra el sistema y se mofa de la Constitución española".

A juicio del también académico, el líder de Podemos busca "derrumbar el edificio de la Transición", afirmación a la que une cuatro nombres (el rey Juan Carlos, el cardenal Tarancón, Marcelino Camacho y Felipe González) y el recocimiento de que Iglesias "brilla" en el Parlamento "no por las provocaciones sino porque es más inteligente y mejor dialéctico que casi todos los líderes políticos".

Para el otrora director de periódicos en este "régimen agotado y en descomposición", lo que le resta salvará a España de "la embestida podemita, es, como en Grecia, la Europa unida del euro, la libertad y los derechos humanos".

Y sobre esos dos términos aboga por una Europa como un "refugio que puede resolver el desmoronamiento de un régimen que padece la mediocridad de la clase política española, el cínico egoísmo de los partidos y la corrupción lacerante". Sin embargo, lo mejor lo deja para el final tras señalar que la clase política están en vías de pudrimiento. "Me aseguran que el CNI dispone de un arsenal de irregularidades y vergüenzas del líder podemita", escribe Luis María Anson.

Como si de una amenaza se tratase, añade que "sería mejor no tener que exhibirlas", para lo cual es preciso que Iglesias y su "ego desbocado" se "integre en el sistema" propio del viejo continente. Ante tal aseveración cabe preguntarse por el papel que desempeña la institución de los espías españoles y su control político, de ser verdad la existencia de dicho "arsenal".