La decisión del Comité Federal de abstenerse en una segunda votación a la investidura de Mariano Rajoy para permitirle formar gobierno ya tiene trabajando a la tercera ley de Newton. Por cada acción, una reacción. Y Podemos ha empezado a reaccionar al acuerdo con su amenaza de dejar caer, o “revisar”, los gobiernos socialistas que apoyan en las comunidades autónomas.

En Aragón, el PSOE gobierna gracias al apoyo de Podemos y el presidente, Javier Lambán, es uno de los que más se ha significado contra Pedro Sánchez y a favor de la abstención.

Según Pablo Echenique, número dos de Podemos y líder de la formación en Aragón, el PSOE ha tomado una “decisión vergonzosa” con la abstención. Y, en el caso de Lambán, “es especialmente grave” porque los socialistas aragoneses, están “cada vez más cerca de PP y más lejos de Podemos". "Cada vez es más difícil que nos pongamos de acuerdo en las políticas que Lambán quiere sacar adelante", ha dicho Echenique en una rueda de prensa desde Zaragoza.

Actualmente, Podemos Aragón están realizando una consulta a sus militantes para fijar la línea del partido, aunque Echenique ya les ha pedido que “tomen nota” de lo ocurrido en Ferraz cuando tengan que elegir el documento político del partido que se votará entre el 7 y el 9 de noviembre, informa Libertad Digital.


Laura Camargo, portavoz de Podemos Baleares. TWITTER

En Baleares, los socialistas también gobiernan con el apoyo de Podemos, además de partidos nacionalistas. La líder y presidenta de las islas, Francina Armengol, es fiel a Pedro Sánchez y quien más ha defendido seguir en la postura del “no”.

Sin embargo, desde la filial balear de Podemos, su portavoz Laura Camargo ha alertado de que si los diputados del PSOE balear en el Congreso de los Diputados votan por “la gran coalición” con una abstención, el pacto autonómico “quedará herido de muerte”. "La situación se complicará muchísimo si los diputados de las islas dan su apoyo" a Rajoy, ha dicho en una comparecencia.

"Armengol ha quedado huérfana políticamente", ha señalado, y "tiene un reto mucho mayor que la abstención técnica que es hacer política por el cambio o bajar la cabeza ante la gran coalición". Al igual que en Aragón, "será la militancia quien tenga que expresar si quiere que se continúe con el apoyo externo" al Gobierno balear.


Antonio Montiel durante un pleno sobre financiación autonómica. EFE

La Comunidad Valenciana es el caso quizás más sangrante, por los años que ha tardado la izquierda en recuperar el poder y por el legado de corrupción dejado por el Partido Popular. A pesar de ello, el portavoz de Podemos, Antonio Montiel, quiere exigir garantías al PSPV para que se cumpla el pacto del Botánico después de que el margen de credibilidad y de confianza en Ximo Puig “ha disminuido”.

Puig fue uno de los barones más críticos con Pedro Sánchez y uno de los miembros de la Ejecutiva Federal que presentó su dimisión para forzar la salida del secretario general. Sin embargo, nunca se ha mostrado a favor de la abstención.

Pero Podemos señala que, tras la decisión del domingo en el Comité Federal, no puede fiarse solo de “las buenas intenciones de Puig”. Así que esta tarde habrá una reunión del Consejo Ciudadano regional para evaluar las distintas posibilidades que se abren tras la abstención. Al contrario que Compromís, Podemos no forma parte del Ejecutivo valenciano, pero le da apoyos parlamentarios puntuales.

"Las cosas no pueden ser como eran", ha señalado el portavoz de Podemos, quien ha descrito al PSPV como un socio “cojo” al que hay que pedir garantías.  "El crédito de Puig está dañado y se lo haremos notar en el debate de ampliación del Botánico, en el debate presupuestario y en todas las actuaciones parlamentarias y en las movilizaciones con la calle", ha dicho.

Sin embargo, Montiel ha señalado que ellos no harán como el PSOE y no facilitarán nunca un gobierno del "partido de la corrupción y de los recortes" en la Comunidad Valenciana.