El 28 y 29 de noviembre, horas antes de la Cumbre del clima que se celebrará en París, miles de ciudades, desde Sidney hasta Río de Janeiro, albergarán marchas multitudinarias y acciones ciudadanas que se unirán bajo una misma petición: “exigir a los líderes mundiales un acuerdo justo, ambicioso y vinculante que evite las peores consecuencias del cambio climático y acelere la transición hacia un modelo energético 100% renovable”.

El cambio climático es consecuencia de un modelo de producción y consumo que ha demostrado ser inapropiado para satisfacer las necesidades de muchas personas, pone en riesgo nuestra supervivencia e impacta de manera injusta especialmente a las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo.

En todo el mundo están surgiendo iniciativas que mejoran nuestra calidad de vida y reducen las emisiones que causan el cambio climático: agricultura sostenible y ecológica, producción y autoconsumo de electricidad renovable, transporte público, peatonal y ciclista, nuevas formas de construir utilizando menos energía...

Las soluciones existen, solo falta extenderlas a gran escala y para eso es necesario manifestar con voz alta y clara que las personas demandamos un modelo productivo justo, eficiente y basado en energías renovables, y no el basado en los combustibles fósiles que generan riqueza para unos pocos y nos ponen en peligro a todos. Tampoco sirven falsas soluciones que perpetúan un modelo consumista e impiden impulsar una auténtica transformación del sistema en consonancia con los límites planetarios.

Hay que exigir a los gobiernos que en la próxima cumbre del clima de París se pongan de acuerdo para defender los intereses de la población facilitando el cambio de modelo, comprometiendo medidas de transición justas que aseguren empleo de calidad, proporcionando la protección de los países y personas más vulnerables y librándonos así de las peores consecuencias del cambio climático.

Alianza por el Clima, que promueve las manifestaciones de este fin de semana en ciudades como Madrid, Zaragoza y Barcelona, está formada por más de 400 organizaciones de nuestro país que representan al movimiento ecologista, sindical, de cooperación al desarrollo, ciencia e investigación y consumidores.

El Manifiesto por el clima -Frente al cambio climático ¡cambiemos de modelo!- dice cosas tan vitales como: “El cambio climático frena el desarrollo de los pueblos, dificulta la erradicación de la pobreza e incrementa la desigualdad entre países y en el interior de cada país”. Y comienza constatando algo que hoy nadie discute, ni siquiera el Primo de Rajoy: “Ya no existen dudas de que los impactos del cambio climático afectan cada vez más severamente a todas las personas, regiones, ecosistemas y economías. Incidirá negativamente en la salud y en la esperanza de vida de muchas poblaciones, en el mantenimiento de diversos sectores productivos y empleos, en la pérdida acelerada de la biodiversidad, y en los costes económicos y sociales que muchos países tendrán que afrontar para paliar sus efectos”.