La meditación durante muchos años se ha percibido como parte de los ritos de las religiones orientales, especialmente el budismo; sin embargo, cada vez más la ciencia está demostrando que la práctica regular de la meditación tiene efectos muy positivos en la mente, y que si se practica con regularidad provoca cambios estructurales y funcionales en el cerebro consiguiendo un gran equilibrio psicológico. Hoy en día, en los hospitales más prestigiosos de todo el mundo, es utilizada prioritariamente como ayuda psicológica para enfermos de cáncer, unidades del dolor...

¿Concentración o percepción?
Aunque hay varios tipos de meditación, se podría simplificar en dos categorías: 1.-Concentración consistente en focalizarse en un solo elemento, casi siempre la respiración, haciendo que cuando la mente se distraiga, vuelva siempre al parámetro de partida. 2.- Percepción que consiste en observar los pensamientos, sensaciones e imágenes que la persona está sintiendo sin emitir juicio alguno, simplemente después de haberlos percibido se dejan pasar sin hacer nada más.

La alteración de conciencia que supone la meditación hace que su práctica reduzca sensiblemente los niveles de ansiedad y estrés La alteración de conciencia que supone la meditación hace que su práctica reduzca sensiblemente los niveles de ansiedad y estrés



Cambios en el cerebro
La alteración de conciencia que supone la meditación hace que su práctica reduzca sensiblemente los niveles de ansiedad y estrés, amplie el campo perceptivo mejorando la atención, concentración, capacidad de aprendizaje y memoria, etc. Con la práctica continuada de la meditación el cerebro cambia su funcionamiento produciendo más ondas alfa (en ocasiones gamma), resultando en una mayor conectividad y mejorando por tanto cualquier función cognitiva.

Más Felicidad
La meditación actúa también sobre las emociones consiguiendo una buena regulación de las mismas, haciendo que las personas se encuentren más satisfechas consigo mismas y en sus relaciones sociales….sintiéndose mucho más felices. Además, tiene un efecto directo en la amígdala reduciendo los miedos. Por si fuera poco, tiene una gran potencia ansiolítica y antidepresiva.

Centrarse en el presente
La gran mayoría de los problemas psicológicos vienen porque hay traumas/recuerdos del pasado que causan un gran dolor, o porque se anticipan consecuencias negativas en un futuro. En la medida que la meditación invita a la persona a permanecer en el momento presente se evita una gran parte del malestar.

Refuerza el sistema inmunológico
Numerosos estudios realizados avalan que las personas que practican la meditación son menos propensas a cualquier enfermedad, incluso las más graves como el cáncer, coronarias... Se sabe que en una frecuencia alfa (o más baja), es más improbable coger una enfermedad dado que nuestro organismo está más reforzado. Esto se observó en un principio con los Lamas budistas, que eran mucho más sanos que sus vecinos. Se creía entonces que era debido a su divinidad. Con el tiempo la ciencia ha demostrado que la meditación es lo que les hacía y les hace ser más resistentes a cualquier tipo de enfermedad.

Francisco Menjón es miembro de Anagnor Psicólogos. www.anagnor.com