La Dieta Mediterránea es una herencia cultural, que a partir de lo simple y la variedad ha dado lugar a una combinación equilibrada y completa de los alimentos, basada en productos frescos, locales y de temporada. Ha sido transmitida de generación en generación desde hace muchos siglos, y está íntimamente vinculada al estilo de vida de los pueblos mediterráneos a lo largo de su historia. Ha evolucionado, acogiendo e incorporando, nuevos alimentos y técnicas fruto de la posición geográfica estratégica y de la capacidad de mestizaje e intercambio de los pueblos mediterráneos.

dieta-mediterraneaLas propiedades saludables que se atribuyen a la Dieta Mediterránea se basan en la constatación de la incidencia mucho menor de enfermedades cardiovasculares en los países mediterráneos que en los Estados Unidos u otras regiones del mundo, a pesar de que en los países de la cuenca mediterránea se consuma más grasa. Esto tiene una explicación: el mayor consumo de productos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, presentes en el aceite de oliva -que reduce el nivel de colesterol en sangre- y frutos secos. Parece que la dieta mediterránea está asociada a un menor riesgo de deterioro leve del conocimiento, tanto en la demencia senil como en la enfermedad de Alzheimer.
Verduras y legumbres
La Dieta Mediterránea se caracteriza por el uso de aceite de oliva virgen como principal grasa y la abundancia de alimentos vegetales, como verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; un consumo alto de pescado y marisco. Es aconsejable reducir el consumo en pequeñas cantidades de carnes rojas, elegir la carne de ave. Otra característica –no imprescindible- es el consumo diario de vino durante las comidas.

Dieta-mediterranea, pirámideLa importancia en la salud de las personas no se limita al hecho de que sea una dieta equilibrada, variada y con un aporte de macronutrientes adecuado. Los expertos añaden otros beneficios que , a veces, los profanos no entendemos muy bien: los beneficios de su bajo contenido en ácidos grasos saturados y alto en monoinsaturados, así como en carbohidratos complejos y fibra, hay que añadir los derivados de su riqueza en sustancias antioxidantes, polifenoles y otras sustancias beneficiosas de origen vegetal.

En alguna ocasión en esta sección ya hemos publicado los consejos de los expertos en nutrición para seguir la dieta mediterránea. No está de más volver sobre este decálogo:

-Variedad de productos vegetales, incluyendo frutas y verduras, cereales, pan, legumbres, hortalizas, frutos secos y semillas; consumir por encima de los alimentos de origen animal.

-Presencia de alimentos frescos y de temporada para un mayor aprovechamiento de los nutrientes.

-Utilización de aceite de oliva como grasa de adición principal.

-Consumo preferente de cereales integrales frente a refinados, ya que tienen mayor contenido en fibra y en nutrientes.

-Consumo diario de productos lácteos, preferiblemente bajos en grasa, como yogurt y quesos.

-Consumo moderado de carnes, preferiblemente carnes blancas frente a rojas.

-Consumo de pescado en mayor cantidad y de huevos con moderación.

-Fruta fresca como postre habitual.

-Agua como la bebida preferente -4 a 8 vasos al día-. El vino debe tomarse con moderación y durante las comidas.

-Práctica de actividad física todos los días (30 minutos).

Más información en: http://www.predimed.es/mediterranean-diet.html