Sopa de cebolla con huevo hilado.

¿Con qué?

Tres cebollas dulces, cuatro rebanadas de pan blanco, mantequilla, aceite de oliva, caldo de vegetales, media copa de brandy, sal, cien gramos de queso rallado y huevo hilado.

¿Cómo?

En una cazuela vertemos dos cucharadas de aceite y una de mantequilla y pochamos las cebollas cortadas en juliana a fuego muy lento y tapadas; a mitad de cocción vertemos unas gotas de brandy y seguimos pochando hasta que esté totalmente transparente –el fuego debe estar muy bajo para que la cebolla no coja color-. Entonces añadimos el caldo de vegetales -que hemos preparado con las verduras que tengamos a mano, una cucharada de aceite de oliva y sal- tostamos ligeramente las rebanadas de pan y las añadimos a la cazuela, espolvoreamos queso rallado -un poco fuerte- y el huevo hilado. Servimos en plato hondo.

Rabillo de ternera al horno.

¿Con qué?

Un rabillo de ternera de un kilo más o menos, una cebolla grande, dos dientes de ajo, aceite de oliva, pimienta, sal y una copa de vino blanco.

¿Cómo?

El día anterior maceramos con un poco de vino la carne, untamos de ajo y la conservamos en la nevera. En una fuente de horno colocamos el rabillo de ternera atado para que se mantenga la forma, salpimentamos, rociamos de aceite de oliva y el resto del vino blanco, junto con el que conservaba la carne. Introducimos en el horno a 220º C durante diez minutos por cada lado. Sacamos, cortamos la cebolla en juliana y la situamos en la base de la fuente con la carne, vertemos un poco de agua y dejamos que se ase durante treinta minutos más a 180º C. Se sirve cortado en rodajas con un poco de cebolla.

Helado al gusto.