El pop rock ofrece historias que hacen creer que la suerte existe y que un golpe de la misma cambia la trayectoria de los artistas. Recordemos como influyó en la carrera de los Beatles la aparición de Brian Epstein y luego la de George Martín que encauzaron a cuatro jovencitos alocados llamados John, Paul, George y Ringo. O la producción de Bowie del álbum de Lou Reed, “Transformers”, que le hizo resucitar de entre los más cercanos al valle de Josafat.

En los últimos días, ha sucedido algo parecido con Ed Harcourt, una lumbrera británica que llevaba diecisiete años peleando por lograr un éxito masivo y vender algo más que admiración a un reducido grupo de artistas y seguidores sufridos. Lo ha logrado al cruzarse con Flood, el productor de famosos como U2, Depeche Mode, P.J. Harvey o New Order.

Un diluvio de suerte

Haciendo honor a su seudónimo de guerra, Flood ha sabido traerle a Harcourt un diluvio de suerte, al tiempo que hacía de su séptimo álbum, “Furnaces”, un disco repleto de melodías, emociones, ambientes y versos que queman musical y literariamente.

Con él, Harcourt ha alcanzado los primeros puestos de las listas de Inglaterra y países nórdicos y ha señalado el camino para conseguir el éxito manteniendo un cierto nivel de calidad compositiva. Se observa en “The World is On Fire”, “Loup Garou” o “Furnaces”. Canciones que mezclan coros épicos y subidas vocales que buscan la emotividad y que, según el propio autor, “sirven para llorar, follar y luchar”.

Sello: Music As Usual. Periodo de actividad: 2000-2016. Discografía: “Here Be Monsters”, “Strangers”, “Lustre”. Influido por: Peter Gabriel, Travis, U2. Influye: Ryan Adams, Ed Sheeran.