Garbanzos con espinacas y virutas de jamón.

¿Con qué?

Trescientos gramos de garbanzos, uno o dos  paquetes de espinacas, dos dientes de ajo, una hoja de laurel, aceite de oliva, sal, un tomate pequeño y doscientos gramos de jamón serrano en virutas.

¿Cómo?

El día anterior ponemos los garbanzos a remojo. Los cocemos en la olla exprés con agua, sal, una hoja de laurel, el tomate y una cucharada de aceite de oliva durante quince minutos. Dejamos que se enfríe y escurrimos el líquido reservando una taza. En un cazo o en una sartén escaldamos las espinacas en el caldo de cocer los garbanzos y las echamos, cortadas, con los garbanzos. En una sartén vertemos dos cucharadas de aceite de oliva, freímos los dientes de ajo que retiramos al cambiar de color y apagamos el fuego, echamos las virutas de jamón serrano y lo añadimos todo a los garbanzos removiéndolo y dejándolo en el fuego tres minutos. Apagamos, dejamos que repose y servimos en plato hondo para comer con cuchara.

Cazuela de merluza o pescadilla del Cantábrico.

¿Con qué?

Un kilo de merluza no muy gruesa, tres patatas medianas, guisantes a voluntad, dos cebolletas grandes, sal, aceite de oliva virgen extra.

¿Cómo?

Este es un plato muy sencillo pero especialmente sabroso si los productos son buenos. Varios supermercados ofrecen merluza pequeña limpia, sin espinas, y fresca a buen precio. Pelamos las patatas y las partimos en rodajas cascándolas y las ponemos en agua, que las cubra, salamos y cuando empiezan a hervir añadimos las cebolletas cortadas en rodajas finas y vertemos un chorro de aceite. Cuando están a punto de estar cocidas, unos diez o quince minutos –según la clase de patatas- añadimos las rajas o lomos de merluza y dejamos cinco minutos más. Apagamos y dejamos reposar. Servimos las patatas con cebolleta y una o dos rajas o lomos de merluza o pescadilla. En la mesa el aceite de oliva virgen extra para que cada uno se sirva a su gusto.

Fresón con nata para los más golosos o con zumo de granada para el resto.