Hay muchas que podemos oír sin escondernos. De momento vayan diez como muestra:

“Proud Mary” de Creedence Clearwater Revival. Compuesta por John Fogerty, arrasó bares, discotecas, festivales, tocadiscos y guateques en el verano de 1970. Country rock tan inconmensurable que cuenta con más de un centenar de versiones de artistas consagrados como Elvis Presley, Ike and Tina Turner, Solomon Burke o Beyoncé.

“I Will Survive” de Gloria Gaynor. El emblema de la música disco con mensaje. Hasta su aparición, este estilo no contemplaba letras para pensar más que en bailar y meter mano. Con este tema, Gaynor ayudó a miles de personas a superar etapas dramáticas. Recuperado este verano por enésima vez al encontrarse la artista de gira por España.

“In The Summertime” de Mungo Jerry. Si el verano de 1968 fue el de la paz y el amor, el de 1970 fue el de la aparición de múltiples canciones que se extendieron con enorme éxito por todo el mundo. Fue el principio de la globalización musical. Y ahí, como bandera del fenómeno, está “In The Summertime”, una de las canciones más sencillas y fáciles de tararear y, al mismo tiempo, más adictivas y simpáticas. El rapero Shaggy hizo una buena versión en 1995. 

“Human” de The Killers. Contiene en su interior una bomba de relojería compuesta por un 25% de rock, un 25% de dance electrónica; un 25 % de balada épica y un 25% de hard blandito. Rompieron el mercado veraniego en 2009, aunque la banda hubiera preferido ser los autores de una canción de Navidad ya que llevan componiendo una cada diciembre desde 2006 para ayudar a la campaña Product Red.

"Like a Virgin” de Madonna. El escándalo que supuso que una vampiresa de barrio neoyorquino peligroso aspirara avolHuman, Bobver a la virginidad con tocados a la Marilyn Monroe manera hizo que la canción alcanzase fama universal el verano de 1984. Su endiablado ritmo y puesta en escena contribuyeron. Impagable la versión punky de los Lords of The New Church.

“Radar Love” de Golden Earring. Holandeses apadrinados por The Who pillaron el espíritu de la canción de verano rockera. Comienzo enervante, bajo y batería contundentes, estribillo fascinante y letra fácil. Carlos Santana hizo una curiosa lectura, al igual que el grupo peruano Pax. Fue imprescindible durante muchos años en el “42” de Madrid.

“All Right Now” de Free. Uno de los riffs de guitarra más fascinantes y adhesivos de la historia, junto a la voz más especial para el blues-soul blanco que haya existido; solos secos; acordes rechonchos y bailables y  coros contagiosos, hicieron de esta canción una de las del verano de 1970 y todos los siguientes y una de las más usadas en anuncios y bandas sonoras.

“Rock and Roll.Part One y Two” de Gary Glitter. Glam, perversion y macarrismo se juntan para conseguir uno de esos temas facilones y vacilones que no puedes quitarte de la cabeza y que son carne de karaoke. Su autor está en prisión por una obsesiva tendencia a la pornografía infantil. 

“Is This Love” de Bob Marley. Una de las canciones que convirtió en leyenda al músico jamaicano. Curiosamente se podía escuchar con insistencia en las discotecas españolas en los veranos de los últimos años de la década de los setenta y primeros ochenta. Allí se desgañitaba la peña cantando “I Want to Love You …Every Day and Every Night”. Nada subliminal, por otra parte.

“Venus” de Shocking Blue. La primera banda holandesa en alcanzar el número 1 durante varias semanas del verano del 69 en EE.UU. La canción es un dechado de brío, energía y encanto. No solo por una instrumentación subyugante y de impacto inmediato sino por la voz de la vocalista que, muy influida por Grace Slick de la Jefferson Airplane, emplea un tono sensual y firme para decir la canción.