Lo que hemos vivido en el control de entradas al aeropuerto de El Prat, es algo que tenía que pasar y que se va a repetir este otoño en muchos otros sectores de nuestra economía, que se recupera.
¿Alguien podía pensar que el funcionamiento del mercado no influye también en los salarios? ¿Alguien es tan torpe que se cree que el mercado influye en los precios de los productos y no afecta a los salarios de los trabajadores?
El mercado funciona en nuestra economía en todos los rincones y cuestionar el mercado en el mundo salarial es estúpido o de un dogmatismo capitalista desequilibrado. Nuestro mundo capitalista está afectado por el funcionamiento de los mercados en todos sus actores. Ciertamente que el Estado puede modificar o moderar algunos efectos del funcionamiento del mercado, pero oponerse total o parcialmente a ese funcionamiento con planteamientos ideológicos es un error que lleva a algún modelo de dictadura.
Todos hemos estado de acuerdo que, durante la crisis, la prioridad era reconstruir un tejido productivo sin el cual no hay nada que hacer. Ya están las empresas (en términos generales) ganando más dinero hoy que ayer. Y una de las razones de este resultado ha sido la devaluación salarial: vamos, la reducción de salarios.
Pero llega el mercado y manda parar. Cada vez hay más trabajadores con empleo y ya hay escasez para ciertos trabajos. Y la escasez hace subir el precio: ahora de los salarios.
En El Prat se han podido plantear sueldos de 1.000 € o menos para los empleados de Seguridad. Pero ahora hacen falta más trabajadores en el sector y se pretende que el mercado no actúe. Error de algunos empresarios: los salarios van a subir o sí, o sí. Igual con prólogos de huelgas y conflictos: pero por la falta de sentido común de algunos empresarios. (“Sentido común” de algunos empresarios, señor Rajoy).
Muchos salarios van a subir sencillamente por razones de pura eficacia de mercado. Oponerse a estas subidas es oponerse al mercado. El que lo haga así que medite las consecuencias para una economía libre de mercado.
Yo quiero libre mercado para las empresas y para los trabajadores. Y luego ya veremos qué correcciones hay que proponer y en qué casos.
