El presidente de los EEUU, Donald Trump, se ha encontrado con una larga serie de conflictos en diversas partes del mundo y ha decidido simplificar los retos. Si tiene que haber conflictos, que sea con grandes contendientes, no con pequeños países. ¿Qué hace EEUU peleando en Siria o en Afganistán o con riesgo de hacerlo con Corea del Norte?

Seguramente, conflictos ha de haber, pero que sean con países grandes. Conflictos con China, con Rusia o con Irán se pueden manejar hasta el punto de convertirlos en guerras frías estables; pero conflictos con países pequeños y sin poder real, pueden ser de duración infinita, de mortalidad constante y sin ninguna gran ventaja para el que gane.

El presidente Donald Trump va a intentar emplear toda la fuerza militar de los EEUU para cancelar los pequeños conflictos.

Seguro que estará avisando a China a Rusia y a Irán de que con ellos no tiene ni quiere tener conflictos: tiene diferencias, pero no conflictos. Le gustaría su beneplácito para terminar con esos conflictos pequeños que sólo hacen que complicar las relaciones entre los grandes países.

Estamos ante un intento de reedición de una cierta “Guerra fría”: que cada gran país resuelva como quiera sus conflictos con países menores de su entorno, pero entre los Grandes siempre equilibrio respetuoso.

Vamos a ver cómo va evolucionando esta nueva/vieja estrategia americana y cómo se va aceptando o no por parte de las otras grandes potencias.

Porque puede funcionar.