Esta semana he estado un poco tristona porque se ha celebrado San Valentín y ya no tengo aquí a mi difunto Eustaquio. ¡Cuánto le echo de menos! Me arrepiento muchísimo de haberle empujado por ese acantilado, creo que ya os lo he contado alguna vez. Dicen que la fiesta de San Valentín fue un invento de la Iglesia para acabar con una fiesta pagana, pero yo no me lo creo, seguro que se lo inventó El Corte Inglés, como todo.

Recuerdo lo enamoradísimo que estaba el Caudillo de la Collares. Para ella era San Valentín todos los días, ¡no había joyería que se le resistiera! Dicen que muchas echaban el cierre en cuanto se percataban de su presencia en veinte kilómetros a la redonda, porque arramplaba con todo y nunca pagaba. ¡Cualquiera le decía que no a la señora de Franco!

Era una España con valores, y no como ahora, que las Infantas se ven envueltas en juicios sobre cuatro chuminadas. Por supuesto, Doña Cristina ha salido absuelta, pero el disgusto ya se lo ha llevado la pobre mujer. Menos mal que Franco lo dejó todo atado y bien atado:

Si es que ya decía yo que tanta endogamia no era buena:

Le ha caído una multa que vais a pagar todos los españoles, ja,ja,ja,ja.

A Iñaki sí le han condenado a seis años de prisión, pero es que además de tener apellido vasco lo suyo sí tenía delito:

Aunque más grave ha sido lo de la figura de cera del galán español Jorge Sanz. Por menos de esto el Caudillo fusiló gente:

Aunque a mi nieto lo peor de la semana le ha parecido lo del último single o como se diga de su grupo favorito, Linkin Park, que ahora suenan como los Pecos:

Siguiendo con lo de San Valentín, estos catalanes hay que ver cómo son:

En Podemos también son muy románticos, por algo se hacen llamar “la fábrica del amor”. Tan románticos son que Pablo le ha regalado a su chica por San Valentín el puesto de portavoz que antes tenía el pobre Iñigo.

A Errejón le han dicho que ya si eso se presente en el 2019 a las autonómicas de la Comunidad de Madrid, a ver si allí deja de molestar. Yo creo que esto es maltrato infantil:

Mientras tanto, en el PP, todo en orden, con sus juicios, y su mala memoria. ¡Estos jóvenes deberían tomar más rabitos de pasas!

Son nuestros casillos aislados. Esta semana se ha unido el presidente de Murcia, para que no digan que su región no pinta nada en el mapa:

Con este panorama, Rajoy se ha convertido en un cyborg. Esto con Franco no pasaba.

Eso sí, es nuestro Mariano de siempre. ¡Arriba España, hasta la semana que viene!