Un día entero de trabajo en una jornada laboral de 40 horas semanales. Ese es el tiempo que los españoles pasan practicando el presentismo según un estudio de la OBS Business School.

El presentismo es el término empleado para referirse a la práctica de permanecer en el puesto de trabajo pero sin trabajar, lo que toda la vida se ha conocido coloquialmente como “calentar la silla” y aunque tiene diversas causas, las dos más habituales son la falta de motivación y el miedo a ser despedido.

Teniendo en cuenta que puede suponer pérdidas económicas, es importante tomar medidas, que pasan por conseguir que los trabajadores se sientan cómodos en la empresa, lo que repercutirá en su motivación.

En ese sentido, son cada vez más las empresas que flexibilizan sus horarios como incentivo al trabajador. Aunque existen varios tipos de horarios flexibles, actualmente en España el más utilizado es el conocido como horario flotante, donde el empleado decide a qué hora entra a trabajar dentro de un margen y sale tras cumplir con las horas que marque su jornada laboral.

Para poder mantener un orden y un cierto control, muchas de las empresas que permiten a sus empleados disfrutar de un horario flexible utilizan sistemas que controlan la presencia y el acceso de los empleados. Con ellos pueden saber que, pese a tener horario flexible, el trabajador está trabajando durante las horas que le corresponden y además pueden desentenderse de tener que abrir puertas o barreras.