El empleo por cuenta propia pasó a ser una opción más que considerable en España debido a la catastrófica crisis económica que comenzó a adquirir dimensiones históricas en el año 2008, el año negro para el INEM. En ese curso la tasa de paro se aumentó en casi 20 puntos porcentuales, con lo que más de 1.000.000 de personas se quedaron sin trabajo.

En ese caldo de cultivo la única salida para muchos fue el emprendimiento y el autoempleo pero, para sorpresa de muchos, los datos demuestran que no era una circunstancia pasajera sino que, como nos confirma la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), se trata de una tendencia que ha venido para quedarse. Viene a corroborarlo el siguiente dato que nos aportan: los trabajadores autónomos con más de 5 años de antigüedad son ya el 55% del total de los trabajadores autónomos.

Una excelente noticia que acompaña a ésta es que el ritmo de crecimiento de contrataciones de otros trabajadores por parte de autónomos ha crecido a mayor ritmo que la tasa de creación de empleo general​. Es decir, por un lado, los trabajadores autónomos mejoran las estadísticas globales de estabilidad laboral y por otro, la de creación. Sin embargo, se trata de un colectivo que ha sido castigado por crecientes presiones fiscales y que posiblemente con un marco legal más satisfactorio presentaría incluso unos mejores resultados.

Una de las posibles causas de este buen rendimiento del colectivo, al margen de lo que pueda haber ocurrido en la normativa, puede deberse a la reducción de costes en algunos aspectos gracias a la implantación del trabajo en movilidad. Presentar declaraciones o resolver dudas de gestoría se ha hecho mucho más fácil y económico. Según nos comentan desde Txerpa.com​, “el flujo de consultas que recibimos cada día se ha multiplicado en el último año”, “para el cliente es muy fácil, porque hace la consulta cuando puede y desde dónde puede, no tiene que pedir cita y desplazarse a la asesoría”.

Parece claro que el autoempleo será una de las bases la recuperación y crecimiento de la economía española. Las nuevas tecnologías parecen contribuir a que así sea, falta ver si las históricas reivindicaciones de los autónomos serán finalmente tenidas en cuenta.