Grecia ha llegado a un acuerdo con la troika para evitar una nueva crisis financiera. El gobierno de Alexis Tsipras y los representantes de los acreedores internacionales –Comisión Europea, Mecanismo Europeo de Estabilidad, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- han conseguido cerrar un “acuerdo preliminar” sobre la segunda revisión del tercer rescate griego –de 86.000 millones y acordado en julio de 2015- que permitirá a Atenas abrir de nuevo el grifo de la ayuda financiera que necesita para hacer frente este verano al pago de sus deudas.

El Gobierno griego ya ha empezado a redactar la ley en la que se basarán los recortes adicionales pactados con los acreedores, un acuerdo que deja muchos perdedores y pocos ganadores en el país. La ley con las medidas entrará la próxima semana en la tramitación parlamentaria por el procedimiento de urgencia, con el objetivo de que sea votada antes del 22 de mayo, la fecha en la que el Eurogrupo debería en principio cerrar la evaluación del programa de asistencia financiera.

Los pensionistas serán los principales afectados de este tijeretazo es de 3.600 millones entre 2019 y 2020. Los jubilados del sector privado con 35 y más años de cotizaciones que ahora cobran 1.315 euros mensuales verán recortada su pensión en casi 130 euros al mes. Aún más importantes serán las pérdidas para funcionarios diplomados, médicos de hospitales públicos, universitarios y miembros de las fuerzas armadas, cuyas pensiones bajarán un 18 %.

Los jubilados sufrirán un doble mazazo, pues además de las pensiones, padecerán también las medidas fiscales que entrarán en vigor a partir de 2020, y que entre otras cosas contemplan la bajada del mínimo exento de tributación, de actualmente 8.636 euros anuales, a 5.900. Más de la mitad de los asalariados y dos terceras partes de los jubilados se verán afectados por esta medida. Un asalariado o jubilado, por ejemplo, que cobra justo 8.636 euros anuales, está ahora exento de pagar impuestos sobre la renta. A partir del 1 de enero de 2020, abonará 547 euros al año.

Para quién tiene ingresos anuales de 12.000 euros el peso impositivo se incrementará en 480 euros, de los 740 euros actuales hasta los 1.220.

El acuerdo del Gobierno con las instituciones acreedoras del país incluye también contramedidas de carácter social, que serán aplicadas solo si Grecia consigue un superávit primario del 3,5 % del producto interior bruto y que, sin embargo, no son suficientes para contrarrestar las pérdidas. Unas de estas medidas es la eliminación para la mayoría de los jubilados del copago para sus medicinas; además, está el incremento del número de guarderías públicas de las 2.800 actuales hasta las 4.600 al final de 2020, y el de los comedores escolares.

Otras medidas alivian el peso impositivo de las empresas, de los autónomos y de los asalariados con ingresos por encima de los 30.000 euros anuales. El impuesto empresarial bajará del 29 % actual hasta el 26 %, y el de los autónomos y asalariados con ingresos superiores a los 30.000 euros anuales, del 22 % actual hasta el 20 %.

De la aprobación de estas medidas y del cierre de la evaluación depende el desembolso de un tramo de algo más 7.000 millones de euros, dinero que Grecia deberá destinar acto seguido al pago de préstamos que vencen en julio y al pago de atrasos con la Seguridad Social y la Sanidad, entre otros.