Cristina Antoñanzas, Vicesecretaria General de UGT, se ha mostrado muy crítica con la situación actual de los jóvenes españoles durante la presentación del informe Análisis de la precariedad en el empleo juvenil, que ha elaborado el sindicato. Ha afirmado que “se está explotando a la juventud trabajadora de nuestro país y se está ninguneando a la que no tiene un empleo”. “Para UGT esto es inaceptable”, prosigue Antoñanzas que asegura que “no vamos a asumir que la precariedad se asiente como forma de vida” para este nicho de la población.

Ha señalado que el mercado laboral juvenil de nuestro país se caracteriza por “un alto nivel de desempleo y una mala calidad de los empleos y salarios, ya que cuatro de cada diez jóvenes menores de 25 años está desempleado”. Aunque también ha analizado la calidad de los contratos, que la mayoría de ellos “dura menos de seis meses” y concluye este apartado aportando un dato estremecedor y es que “los menores de 25 años cobran la mitad que los mayores”.

Además, según ha expuesto el Responsable de Juventud de UGT, Eduardo Magaldi, la precariedad juvenil tiene una serie de características que hacen del trabajo inestable, pobre y que merma las condiciones de vida de los jóvenes. “La temporalidad ha crecido un 3% para este colectivo, situándose en el 57%; el 36% de los contratos tienen una duración inferior a 6 meses; el 28% de los contratos son a tiempo parcial y, de ellos más de la mitad lo tienen por no haber encontrado otro empleo; un alto volumen de jóvenes realizan horas extras”, a pesar de que algunos sectores están aumentando la producción.

En este sentido, ha resaltado que “después del espectacular dato del turismo en Semana Santa, uno de los sectores donde los jóvenes acceden al mercado laboral es el de hostelería y ese aumento en turismo se tiene que ver en una mejora de los salarios y de la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores, no en aumentos de la precariedad o de las horas extras”.

Las consecuencias

Todo ello tiene un efecto para la economía, ya que “se propicia la economía sumergida, aumentan las enfermedades profesionales, los accidentes de trabajo y riesgos psicosociales, y se empobrece a los jóvenes de cara al futuro y a la sociedad, al no tener ingresos el sistema de Seguridad Social”, como ha manifestado Antoñanzas.

Por ello, UGT considera fundamental que la Inspección de Trabajo persiga la contratación temporal fraudulenta, para recuperar el principio de causalidad en la contratación; que se cambie el modelo productivo para generar empleo de calidad; que se equiparen los salarios y se aumente el SMI; y que se termine con la parcialidad involuntaria, que menoscaba los derechos y salarios de la juventud. Además, desde el sindicato se exige al Gobierno que se refuerce el Plan de Garantía Juvenil para ampliar la protección de los jóvenes y aumentar su inserción y todas las medidas complementarias.