Ocultismo tras las cifras. Así se podría resumir cómo definen los responsables políticos del PSOE en el Congreso las cuentas para este año 2017 presentadas este martes por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

En un encuentro con periodistas, los portavoces económicos del grupo socialista han señalado cómo, mientras Montoro defiende que son los primeros presupuestos sin recortes, la realidad es que continua la pérdida de poder adquisitivo y ningún crecimiento en el gasto social comparado con lo que aumenta la economía española.

El crecimiento oculta el recorte

Desde el PSOE han defendido durante todo el día su “rechazo frontal” al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017, por considerar que “olvidan a esa amplia mayoría que ha pagado un alto precio en sus vidas para sacar adelante el país en sus peores momentos”.

Los responsables de economía de los socialistas en el Congreso han explicado que, mientras el Gobierno prevé un aumento del PIB del 4,1% este año en términos nominales, el gasto social sólo aumenta un 2,7%, pasando del 42,3% en las cuentas de 2016 al 41,3% del total del presupuesto para este año. Con esto en mente, los socialistas se preguntan si “ahora que hay crecimiento económico, cuándo vamos a compensar a los perdedores de la crisis”.

Sin seguir la inflación

Del mismo modo, este recorte velado se produce si miramos a la inflación, la cual el Gobierno fija en el 1,5% pero pudiendo aumentar hasta el 2,2 o 3,5. Mientras, las pensiones, la mayor partida de gasto dentro de los presupuestos, sólo aumentan un 0,25%, el mínimo fijado por la Ley.

Lo mismo ocurre con las becas que aumentan sólo un 0,3%, muy por debajo del PIB, siendo esto “un insulto para los jóvenes”, en palabras de los socialistas.

Estos datos para los socialistas también “perjudican los niveles de gasto y de renta”, unas cuentas que “desde que nacen ya generan desigualdad”.

El asterisco en defensa

Un pequeño detalle que ha comentado uno de los portavoces socialistas para ejemplificar este ocultismo en las cuentas presentadas por el Gobierno ha sido en el caso del presupuesto para el Ministerio de Defensa.

Como ya anunció la ministra, María Dolores de Cospedal, el presupuesto para este ministerio se aumentaría un 30% porque había que hacer frente a los gastos de los Programas Especiales de Armamento (PEA), lo que supondrá 1.818 millones de euros más.

En el libro amarillo, como se conoce al Proyecto de Presupuestos Generales del Estado, en el resumen por políticas de gasto se recoge un aumento del 0,4% en el gasto en Defensa, pasando de 5.734 millones en 2016 a 5.758 millones en 2017.

Pero en esta misma tabla encontramos un apéndice junto al presupuesto de Cospedal, y al trasladarnos al final de la página encontramos la anotación de que estos 1.118 millones para Programa Especiales de Defensa no se incluyen en el montante total, ya que “no tienen efecto en déficit de 2017”.

Al ser programas aprobados en años anteriores su gasto no contabiliza en el déficit de este año pero sí en el total del gasto para 2017, con lo que se retira de otra partida a la que podría haber ido destinado.