El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dejado claro que quiere el cierre de la central nuclear de Garoña, porque no es rentable y ha señalado que ha pedido a Nuclenor, del que forma parte con Endesa, el "desestimiento de la continuidad de la gestión " de la nuclear. A respuesta a preguntas de varios accionistas sobre la situación de esta central, ubicada en Burgos y a pocos kilómetros de Vitoria, Galán ha insistido en que la central "no es viable económicamente" y por eso hace cuatro años que no funciona. Su argumento es que los accionistas no le permitirían mantener abierta una empresa que "no es rentable".

Política energética

En su intervención ante la Junta General de Accionistas celebrada en Bilbao, Sánchez Galán aseguró que "las empresas no hacemos política energética, ni política con la energía, sólo producimos y distribuimos la energía", con lo que dejó claro que no es obligación de Iberdrola posicionarse o no sobre la necesidad de la energía nuclear. Su afirmación fue acogida con aplausos entre los asistentes. No obstante, ha recordado que no es sólo propiedad de Iberdrola, y están a la espera de llegar a un acuerdo con sus socio en Nuclenor sobre esta empresa.

Buenos resultados

Iberdrola incrementó sus beneficios el pasado año un 12%, dato que según Galán constituyen una "magnífica base" para los proyectos de crecimiento de la empresa, que  han revisado al alza con unas inversiones de 25.000 millones de euros hasta 2020. Galán aprovechó para poner en valor ante los accionistas lo que ha denominado el "dividendo social" de la empresa, que quiere convertir en seña de identidad de la eléctrica, y que incluye desde el compromiso en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones, hasta la creación de empleo estable en los territorios en los que están presentes, y su contribución a la cultura y a la sociedad.

El presidente de Iberdrola explicó que con unos resultados en 2016 de 2.705 millones de euros, 300 más que el año anterior, gracias a la buena marcha en Estados Unidos, ha aumentado las inversiones un 31%, y los accionistas aumentarán su retribución por acción cerca del 11%, hasta 0,31 euros brutos por título.

Además de conseguir más beneficios, la empresa ha logrado una reducción de las emisiones en "un 75% desde el año 2000", se ha "reforzado el compromiso con la creación de empleo", dando trabajo en todo el mundo a 288.000 personas. También destacó la relación de Iberdrola con los proveedores, 18.000 en todo el mundo. De ellos, en Euskadi la eléctrica compró el año 900 millones de euros a 600 empresas vascas.

 Puso como ejemplo el parque eólico Wikinger, en el mar baltico alemán, en el que han participado diversas empresas españolas:"Estamos creando una isla española en el báltico", ha señalado.Como ya es habitual en los últimos años, la Junta se ha convertido en el Día del Accionista, como una forma de simbolizar ese aspecto social de la empresa que quiere que se ligue a sus buenos resultados económicos.