CaixaBank ya tiene provisionado el impacto de la devolución de las cláusulas suelo. Según reveló Gonzalo Cortázar, consejero delegado de la entidad, durante la presentación de los resultados del año pasado, la previsión inicial fue de un impacto máximo será de 1.250 millones, una cifra “muy conservadora” ya que estiman que sólo les afecte en un 50% al entender que en la mitad de las hipotecas sí hubo la transparencia debida y, por tanto, quedarían fuera. Su provisión de fondos, por tanto, es de 625 millones: los 515 que dotaron en 2015, más la ampliación reciente de 110 millones.

En cualquier caso, subrayó que nunca fue política de la entidad tener este tipo de cláusulas y que, con las absorciones, “heredaron” el problema de otros. Insistió en que la entidad retiró voluntariamente las cláusulas suelo a todos sus clientes a lo largo de 2015 y ya tuvo su impacto en el ejercicio de aquel año. “Si la estimación es correcta, no esperamos más impactos en 2017”, enfatizó.

Cortázar aseguró que la entidad devolverá de inmediato a todos los clientes el dinero cobrado de más con intereses, pero sólo en los casos en los que se demuestre que ha habido esa “abusividad por falta de transparencia”. En cumplimiento del decreto aprobado por el Gobierno para la devolución, ya han comunicado a sus clientes la existencia de este procedimiento. CaixaBank ha reubicado a 130 personas para atender y revisar todas las reclamaciones.

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, dio la bienvenida a la reforma de la ley hipotecaria que planea el Gobierno en la que habrá más protección del consumidor. En este sentido, Gual subrayó que históricamente, las leyes en España habían sido buenas y atribuyó los problemas recientes a la “burbuja inmobiliaria”.

Tanto Cortázar como el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, valoraron los “extraordinarios” resultados del ejercicio 2016, con un beneficio de 1.047 millones en 2016, un 28,6% más que el año anterior. Ambos esperan poder consolidar esta posición de primacía en el sector. Según la consultora FRS Inmark el año pasado alcanzaron una cuota de penetración del 29,5% (+120 puntos básicos) y del 25,7% como banco principal (+170 puntos básicos). Es decir, uno de cada cuatro de sus clientes tiene a la entidad como banco principal.

Gual ve buenas perspectivas en 2017 en el marco de la economía mundial, aunque señaló varios “factores de incertidumbre” provocados por la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, el Brexit y las próximas elecciones en Francia y Alemania, que “serán claves para el devenir de la economía global”.

En cuanto a España, cree que nuestro principal hándicap es la es la tasa de paro, un 19,6% en 2016 doblando la de la Eurozona, que se situó en un 10,2%. Una tasa que Gual calificó de “inaceptablemente elevada” y que supondrá el principal reto al que se enfrenta la administración junto a la reducción de la deuda pública (-4,6% de España frente al 1,8% de la Eurozona).

CaixaBank prevé un desaceleración en la recuperación de la economía española en 2017, pero no un retroceso. En este sentido, subrayaron las estimaciones de la Comisión Europea para España de un crecimiento del 2,6%.

A lo largo de la rueda de prensa no salió el problema de los planes independentistas del Gobierno de Carles Puigdemont. Más tarde, en un corrillo de periodistas, Gual evitó pronunciarse pero remitió al comunicado de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la Asociación Española de la Banca (AEB) de 2015, hecho público unos días antes de las elecciones autonómicas, en el que se expresaron su contundente rechazo a los planes soberanistas. CaixaBank fue uno de los firmantes de este comunicado sin precedentes.