UGT cree que el incremento del IPC demuestra la necesidad de aumentar los salarios por encima del 1,8 % para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo, en concreto, aumentos en una horquilla que va del 1,8% al 3%. En una nota de prensa, el sindicato subraya que, con este dato y una previsión de inflación para 2017 entre el 1,1 y el 1,7 %, plantear subidas salariales desde el cero hasta el 1,5 % como hace CEOE y Cepyme "resulta insuficiente e indignante", ya que supondrá que los trabajadores perderán poder de compra y se hundirán más en la pobreza.

El sindicato explica que dado que el IPC interanual se situó en el 1,6 %, una décima más de lo previsto, y que el incremento salarial medio pactado en convenio hasta diciembre de 2016 fue del 1,06 %, el resultado es que los salarios perdieron medio punto de poder adquisitivo el año pasado. Por ello, entienden que es urgente abandonar la moderación salarial y que los trabajadores recuperen poder adquisitivo, con el fin de fomentar el consumo y la inversión.

En definitiva, UGT exige que los salarios recuperen lo perdido por las políticas de ajuste aplicadas desde 2010, se reduzcan las desigualdades y los niveles de pobreza, se fomente la creación de empleo estable y con derechos y se aumenten los ingresos de la Seguridad Social.

También urge a recuperar el equilibrio de las relaciones laborales, quebrado por las reformas laborales de 2010 y 2012 y la prevalencia del convenio de sector sobre el convenio de empresa, además de la ultraactividad de los convenios.

La postura de la CEOE

Sin embargo, no parece que la patronal esté dispuesta a aceptar esta exigencia. En una nota de prensa, la CEOE cree que el repunte de la inflación seguirá en los primeros meses de 2017 pero, pese a esta previsión, considera que se debe continuar en la moderación salarial para consolidar la recuperación. Asegura que, dado que el diferencial de inflación con la zona euro vuelve a ser positivo, cualquier deterioro de la competitividad tendría un efecto negativo en la economía española.

La patronal recuerda que el aumento del precio del petróleo, en la recta final de 2016, se impone como el principal elemento inflacionista del índice general. En este sentido, aventura que en los próximos meses, si el petróleo se mantiene en los niveles actuales, el incremento anual podría situarse por encima del 70 % en febrero pero preve su moderación en meses posteriores.