La reforma de las pensiones impuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy ha provocado otra vez, ya ocurrió en 2012, que las pensiones pierdan poder adquisitivo. La subida aprobada este año del 0,25% ha palidecido ante el aumento de los precios, que se ha disparado hasta el 1,5%, lo que ha provocado que su poder adquisitivo haya caído hasta el -1,25%.

Esto no ocurría desde el año 2012, el peor de la crisis. Con esta pérdida de poder, la pensión máxima, de 2.567 euros, pierde 32 euros al mes, mientras que la mínima, de 636 euros, pierde 7,95 euros.

Este mismo problema lo tienen los funcionarios, que han recibido una subida salarial del 1%, que es mejor que la de los pensionistas, pero también pierden medio punto de poder adquisitivo.

La situación puede ser peor para el año que viene, dado que el petróleo está al alza y el Banco de España ha avisado con que la inflación puede llegar al 2%.  Pero el Gobierno insiste en que la subida de pensiones para el año que viene volverá a subir sólo el 0,25% mínimo que marca la ley.

Desde la llegada del PP al Gobierno, las pensiones sólo suben un 0,25%, lo mínimo legal que establecieron ellos con la excusa de que el anterior Ejecutivo las había congelado. Esas congelaciones fueron puntuales durante la crisis, porque antes se revalorizaban con la subida de precios (el IPC), pero el PP las usó de excusa para presumir de que con ellos las pensiones no se congelarían. De esta manera, se han estancado en subidas raquíticas de 0,25% desde 2014 mientras los precios han seguido evolucionando a tasas variables. En 2012 se otorgó una subida del 1%, pero el IPC alcanzó el 2,9%.