La propuesta para remozar 13TV se ha quedado en agua de borrajas por el veto impuesto por varios obispos. El “plan de viabilidad” que implicaba quitar a Alfredo Urdaci su informativo, despedir al 80% de la plantilla y rebajar el seguidismo del Partido Popular que había elaborado el presidente de COPE y consejero de 13TV, Fernando Giménez-Barriocanal, y Julián Velasco, presidente de 13TV, ha sido echado abajo en la reunión con los cardenales Carlos Osoro y Antonio Cañizares y los arzobispos de Zaragoza, Vicente Jiménez, y de Oviedo, Jesús Sanz.

El plan, que había elaborado Enrique Lozano, director general de 13TV, con la supervisión de Barriocanal y Velasco, fue debatido en una reunión del consejo de la televisión celebrado el 24 de mayo en la sede de la televisión en Boadilla del Monte. Uno de los que votó en contra fue el vicepresidente, José María Mas, con el argumento de que sería “un plan que disminuirá la audiencia (actualmente cuenta con un 2% de share). La cadena perderá personalidad y aumentarán las perdidas”, según informa ElConfidencialDigital.

Aún así, el plan fue llevado a la ejecutiva de la Conferencia Episcopal para que los obispos dieran su visto bueno. Pero el proyecto generó un debate tenso entre los obispos, llevado con mucha confidencialidad, hasta el punto de que es difícil saber qué argumentos dieron cada uno.

Lo que sí se sabe es que los cardenales Osoro y Cañizares, este último vicepresidente de la Conferencia Episcopal, junto a los arzobispos de Zaragoza y Oviedo, Vicente Jiménez y Jesús Sanz, rechazaron la propuesta. Y pidieron que se sondeara otros métodos para relanzar la cadena, como buscar nuevos socios que entren en el accionariado.

La tensión ha llegado hasta el punto de que Osoro ha mostrado su malestar con la gestión de Barriocanal en 13TV, porque se ha dado cuenta demasiado tarde de la situación de la televisión, con unas pérdidas de 63,5 millones desde que inició su andadura en 2010, y del mal ambiente que hay entre el personal. La reunión de los obispos se cerró sin una solución final, que quedó postergada a otro cónclave a mediados de junio.

El plan presentado, adelantado por el citado medio, planteaba recortar los informativos y reducir la presencia de Urdaci a sólo 15 minutos, conseguir que El Cascabel sea un programa plural y menos “afín al Partido Popular”, eliminar el magazine de Nieves Herrero y el informativo del mediodía. También se planteaba despedir al 80% de la plantilla, lo que preocupaba en ámbitos internos por si podría afectar la campaña de la Renta, dado que la televisión se financia del impuesto destinado a la Iglesia.