Segunda tarde de anuncios y últimas horas dentro del ya producido choque de trenes entre el Estado español y el Gobierno catalán. Tras la aprobación y firma ayer miércoles de la convocatoria del referéndum independentista del 1-O, hoy ha sido el turno de actuación del Ejecutivo de Mariano Rajoy, junto con el Tribunal Constitucional. Pero desde el Parlament no se ha quedado quieto y durante toda la tarde ha debatido ley de desconexión catalana.

Tras esta petición, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha suspendido la sesión y convocado la Junta de Portavoces y la Mesa de la Cámara para las tres y media de la tarde, siguiendo el mismo procedimiento que se llevó a cabo este miércoles en la tramitación de la Ley del Referéndum.

Sesiones de menos de un minuto

Cuando se ha vuelto a iniciar el Pleno, el Partido Popular ha pedido la palabra para matizar el motivo del mismo, lo que ha provocado, siguiendo el reglamento, la nueva suspensión del Pleno. En concreto, se ha reanudado la sesión sólo 56 segundos.

Esta escena rocambolesca en un parlamento se ha producido otra vez tras una nueva reunión de los portavoces y la Mesa sobre las seis y media de la tarde. La presidenta de la Cámara ha dado la palabra a los grupos y el primero en tomarla, el portavoz de Ciudadanos ha anunciado que su grupo había “solicitado una reconsideración por la admisión a trámite de la ley de ruptura”.

Mientras hablaba se ha escuchado por detrás un expresivo “joder” que anunciaba lo que iba a pasar. Antes de que todos los diputados se sentasen en sus escaños se ha vuelto a suspender el Pleno y convocado una vez más a la Junta de Portavoces y a la Mesa. Apenas 40 segundos ha durado la sesión activa en este caso. 

Y mientras tanto…

A la vez que esto se producía, Albert Rivera se reunía con Mariano Rajoy en la Moncloa y reiteraba que ahora es momento de que los demócratas estén unidos, así como que ha pedido al presidente del Gobierno que el PP apoye la moción de censura anunciada por Arrimadas contra el Ejecutivo de Puigdemont.

Al otro lado del debate, las cuentas de Twitter de ERC, la CUP y PdCat han publicado durante toda la tarde fotografías de sus alcaldes de Cataluña firmando el documento de adhesión y apoyo al referéndum del 1-O.

Vuelve el Consejo de Garantías

Como si se tratase de un dejabu, al reanudarse nuevamente la sesión pasadas las siete y media; nuevamente el portavoz de Ciudadanos ha pedido que se leyese la resolución del Consejo de Garantías Estatutarias y, ante la negativa de la presidencia, el propio portavoz la ha leído: “Todas las proposiciones de ley, sin excepción tienen que poder ser objeto de solicitud de dictamen ante este Consejo”.

Tras esto, Carlos Carrizosa ha cargado duramente contra Puigdemont para preguntarle si "ya hemos abolido nuestras leyes" y si debía "obediencia a la señora que desobedece las leyes", en referencia a Carme Forcadell, para luego volver a dirigirse a ella y asegurarle que él y su grupo "respetamos tanto esta institución (el Parlament) hasta el punto de que obedezca las normas que usted incumple".

La portavoz de JxSí ha sido la que le ha respondido asegurando que “no faltaba más” que estaban allí porque “ellos”, en alusión a la oposición, tienen derecho a presentar a sus alegaciones. Pero acto seguido no ha dudado en decir que “la proposición de ley tiene todo lo que tiene que tener para ser una proposición de ley” y que, como se ha presentado adecuadamente “no queda más que admitirla” para que se vote inmediatamente la ley de desconexión.

Marta Rovira también ha denunciado que se estaba utilizando “políticamente” al Consejo de Garantías y que la realidad pasa por una oposición que ha “ido por la puerta de atrás” para “presionar” a este órgano.

Aplauso cerrado a Joan Coscubiela

Entrados ya en el debate, no de la ley de ruptura, sino de las cuestiones previas a esta, se ha producido un momento también llamativo en el Pleno. Todos los diputados de la oposición se han puesto en pie para lanzar un aplauso cerrado al portavoz de Catalunya si que es Pot.

Joan Coscubiela ha afirmado que él y su grupo “estamos dispuestos a partirnos la cara para que los otros grupos puedan ejercer sus derechos, no se dan cuenta de la gravedad de lo que se está haciendo aquí”. Cuando se ha producido este aplauso él ha reforzado su argumento en defensa de la oposición: “No me molesta esto, porque los que luchamos contra la dictadura lo hicimos con gente de ideología radicalmente diferente, y ahora también tenemos en común la defensa de los derechos”.

Tras tomar la palabra diputados del resto de grupos, la presidenta de la Cámara ha suspendido por cuarta vez en la tarde para reunir otra vez a la Junta de Portavoces, que debatirá sobre una petición de reconsideración formulada, en este caso, por el Partido Popular.

Hasta las 11 para presentar enmiendas

Tras tomar la palabra diputados del resto de grupos, la presidenta de la Cámara ha suspendido por cuarta vez en la tarde para reunir otra vez a la Junta de Portavoces, que debatirá sobre una petición de reconsideración formulada, en este caso, por el Partido Popular.

A las nueve de la noche se ha reanudado, una vez más, el debate en el Parlament. Tras votar y salir adelante con sólo el apoyo de la CUP y Junts pel Sí el cambio en el orden del día y evitar los trámites de debate de la ley de Transitoriedad. Tras esto, la presidencia ha dado hasta las 11 de la noche para presentar enmiendas a la ley, ante lo que los grupos de la oposición han abandonado el pleno para prepararlas. El resto de diputados han continuado en el hemiciclo con los otros puntos del orden del día. 

Decisión del Constitucional

Durante estas horas de debate y preparación de enmiendas, se ha conocido una noticia que se daba por hecha. El Tribunal Constitucional, como había pedido el Gobierno, ha suspendido la convocatoria del referéndum independentista del 1-O así como los decretos que la desarrollan. El TC no han entrado en el fondo de la cuestión a analizar y ahora tiene cinco meses prorrogables para dictaminar si estos textos son o no constitucionales.

El alto tribunal, reunido de forma extraordinaria, también ha aprovechado para apercibir a los 947 alcaldes catalanes y al menos 62 altos cargos de la Generalitat de su deber de no participar en la organización del referéndum independentista.