El Consejo de Gerencia de Urbanismo ha aprobado hoy suspender durante un año la tramitación y la aprobación de licencias urbanísticas para uso turístico que se soliciten a partir de hoy en las zonas con más presión de Palma para poder planificar y regular la actividad turística en la ciudad de Palma. También entra dentro de la suspensión las obras de construcción y edificación de nueva planta, de reforma y / o ampliación en edificios existentes que impliquen aumento de plazas turísticas y de cambio de uso / nueva implantación. El acuerdo se trasladará a la Junta de Gobierno para que lo eleve al Pleno del Ayuntamiento, que le ha de dar su visto bueno.

"El crecimiento de establecimientos turísticos ha sido muy rápido, esto es un argumento de peso para aprobar esta medida", ha explicado el teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna, Jose Hila, quien ha asegurado que "tenemos que repensar el modelo turístico para que sea sostenible". El teniente de alcalde ha recordado que la medida se hace de forma paralela a la tramitación de la Ley de Turismo del Gobierno, a la vez que ha destacado que afecta también a los hoteles de turismo interior, "que se dedican a alquiler vacacional".

La portavoz del grupo municipal Podem Palma, Antonia Martín, ha querido remarcar que la iniciativa se enmarca "dentro del derecho a la vivienda". "Apostamos por las personas, es el modelo de ciudad que queremos", mientras que el alcade de Palma,  Antoni Noguera, ha afirmado que "somos una ciudad de éxito que no debe morir de éxito". "Debemos planificar y regular de forma sostenible y desde la corresponsabilidad para preservar nuestra ciudad, queremos un modelo turístico sostenible que nos dure", ha dicho el alcalde.

Los barrios afectados

La suspensión entra en vigor hoy en cuatro ámbitos de Palma: Centro Histórico (desde Avenidas hacia dentro), Santa Catalina, Nuevo Levante y primera corona del Eixample (afecta a los barrios de Foners, Pere Garau, Marqués de la Fontsanta, Archiduque, Bons Aires, es Fortí y Camp d'en Serralta). El objetivo es aliviar la presión turística para buscar el equilibrio urbano y la diversificación, garantizar el acceso a la vivienda, el equilibrio entre el bienestar de los vecinos y vecinas de Palma y la actividad económica que genere riqueza y empleo.

La suspensión de licencias también afecta a los albergues juveniles. Quedan exonerados de esta medida los hoteles boutique en edificios catalogados del centro histórico siempre y cuando cumplan tres requisitos: que no sustituyan más de 3 viviendas, que tengan un máximo de 20 habitaciones y que el establecimiento resultante tenga una categoría de 5 estrellas.

Evolución  de la oferta 

La medida viene motivada por la evolución de la oferta turística de los últimos años, que se ha incrementado de forma considerable. Así, en el Centro Histórico se ha pasado de los 15 establecimientos de alojamiento turístico y 1.230 plazas del año 2000 a los 38 establecimientos y 2.149 plazas autorizadas en 2016. Actualmente hay en tramitación entre la Consejería de Turismo y el Ayuntamiento de Palma 63 peticiones de establecimientos turísticos para las que se prevé un total de 2.100 nuevas plazas de alojamiento turístico. Esta cifra supone duplicar la oferta existente actualmente en el centro histórico. Es decir, se pasará de 38 a 101 establecimientos y de 2.149 plazas a 4.249 plazas. Un 165 por ciento de incremento de establecimientos y un 102 por ciento de aumento de las plazas ofertadas. La suspensión no afecta en estas solicitudes porque ya se están tramitando, siempre que se ajusten a la normativa vigente.