Muchos mallorquines y turistas se han visto sorprendidos en las últimas semanas por la decisión del Ayuntamiento de Santanyí de declarar los accesos al Caló del Moro y a Cala s’Almonia como zona ACIRE. Esta precipitada e improvisada actuación está provocando auténticas romerías a una de las calas más destacadas de Mallorca, ya que los visitantes deben aparcar sus vehículos en las calles adyacentes de Cala Llombards y transitar por la carretera varios kilómetros, preguntando a los residentes, hasta dar con la playa. 

Durante esta peregrinación, muchas personas se pierden entre las calles y el bosque ante la falta de señalizaciones de la zona, lo que convierte un día de playa en una auténtica gincana con el premio de llegar a un precioso, aunque repleto, paraíso.   

Así pues, el problema de la saturación de vehículos se ha trasladado a otra zona próxima. Los más perjudicados de esta decisión son sin duda los vecinos de Cala Llombards, que ya están trasladando sus protestas al Consistorio. Los vecinos de esta pedanía han visto mermada su tranquilidad ante la avalancha de coches que transitan y aparcan en la zona. 

Además, los residentes de estas viviendas, que lindan con la zona restringida, se ven doblemente afectados, ya que no podrán acceder a la nueva zona ACIRE si no se encuentran empadronados en el municipio, algo anormal en una vivienda de verano. Los propietarios de las viviendas de Cala S’Almonya pueden acceder a una también saturada Cala Llombards con su coche, mientras que los contribuyentes de Cala Llombards no pueden acceder a la nueva zona ACIRE si no se empadronan en su residencia de verano, a pesar de pagar todos los mismos impuestos.

El día 22 de mayo el Ayuntamiento de Santanyí abrió el plazo para presentar las solicitudes de certificación; pero semanas antes ya existía una barrera física que impedía el acceso a los vehículos no residentes, un “impase”  que dificultaba justificar la residencia fruto de la improvisación de la medida

El  TIB, el servicio de transporte público de viajeros que cubre las rutas interurbanas,  ha puesto en marcha una nueva línea, la 505, que funcionará desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre. Este bus lanzadera tiene un coste de 3€ ida y vuelta y ofrece 9 salidas diarias desde el Polígono de S’Olivó. De su efectividad seguiremos informando durante el periodo estival.