Hay pocos asuntos, sean humanos o divinos, sobre los que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, no se atreva a desgranar sus consejos y divulgarlos a través de su plataforma pastoral. Como ha hecho en otras ocasiones con motivo de la temporada estival, el obispo ha publicado una carta con recomendaciones para aprovechar mejor y más piadosamente las vacaciones.

Para monseñor Fernández y en contra de lo que muchas personas, creyentes o no, piensan, las vacaciones no son un “tiempo de no hacer nada, sino de hacer otra cosa, que complemente nuestra formación, que ayude al descanso, que nos dé oportunidad de desarrollar aspectos que no pueden desplegarse en el ritmo ordinario del año", aunque siempre manteniendo a Dios “en un lugar preferente”.

Un descanso gratuito

Dado que "a lo largo del año vamos con el tiempo justo", en vacaciones deberíamos “dedicar más tiempo a la oración, a la lectura pausada, a la contemplación de la naturaleza", recomienda el obispo, que recuerda también que "Dios quiere ser nuestro descanso, y además es un descanso gratuito".

Alerta de manera especial Fernández a aquellos incautos que “plantean las vacaciones como tiempo de desenfreno, como si estuvieran todo el año reprimidos y en vacaciones se desatan". Pues que tengan buen cuidado, reflexiona el titular de la diócesis cordobesa, pues lo que no pocas veces les espera "cuando vuelven a la vida ordinaria” es “una fuerte depresión".

¿Qué hacer entonces para esquivar esos peligros? Además de pensar más en Dios y menos en pecar, la receta de Fernández es sencilla y de hecho es la que practican millones de personas: visitar a los amigos, convivir en familia, hacer turismo y descansar.

Un obispo noticioso

El obispo de Córdoba es noticia de forma recurrente por sus opiniones sobre el aborto, la homosexualidad o la fecundación in vitro, que calificó de “aquelarre químico”. En mayo del año pasado, su nombre ocupó por unos días la mesa de la actualidad cuando trascendió que le había negado la confirmación a un transexual de 28 años que pretendía ejercer como padrino de su sobrina.

Su última cita con las primeras páginas tenía lugar el mes pasado, cuando se negó a apartar de sus funciones pastorales en la localidad cordobesa de Espiel a un cura condenado por la Audiencia a varios años de cárcel por abusos sexuales contra una niña. Días después rectificaba apartando al sacerdote.