El incendio de Moguer que ha devastado durante este fin de semana 8.486 hectáreas ha sido una de las peores pesadillas para los vecinos y agricultores de la zona. Aunque desde algunos sectores se ha puesto el dedo acusador sobre los agricultores, lo cierto es que las autoridades han reconocido su colaboración en las tareas de extinción del fuego.

Un ejemplo entre muchos: los empleados de la Finca Las Posadillas, una empresa familiar con más de 30 años dedicada al cultivo de las fresas, situada muy próxima a la zona 0 del incendio, fueron testigos directos del suceso desde primeras horas de la tarde del sábado. Decidieron intervenir con sus propios recursos para detener el fuego.

Antonio Domínguez, miembro de la familia que gestiona Las Posadillas, relata lo acontecido como "una situación crítica ante la que reaccionamos con todos los instrumentos que teníamos a nuestro alcance para defender nuestro entorno". Precisamente, la sostenibilidad medioambiental es la columna vertebral del entorno de Doñana y es la única forma de salvar la protección del espacio natural y de los cultivos de la zona.

Las hectáreas quemadas

El incendio ha afectado a una superficie de 8.486 hectáreas, tanto de arbolado como de matorral, de un perímetro total de 10.900 hectáreas de territorio. Dentro de ellas, hay 2.414 hectáreas de superficie forestal intacta.

Segçun una nota de la Junta de Andalucía, la rápida actuación y el trabajo desarrollado por el equipo del dispositivo de emergencias evitó un siniestro de mayores consecuencias, ya que el combustible potencial del incendio era de 43.225 hectáreas.

Por términos municipales, 4.450 hectáreas corresponden a Moguer, 3.054 hectáreas a la localidad de Almonte y 982 hectáreas a Lucena del Puerto. El fuego ha afectado a dos espacios protegidos: el Parque Natural de Doñana (6.761 hectáreas) y el Paraje Natural Laguna de Palos y Las Madres (17 hectáreas).

Otros datos del siniestro

En el momento en el que se originó este incendio forestal, en el paraje de la Peñuelas, la velocidad sostenida del viento era de 30 y 40 kilómetros por hora y a partir de las 22,00 horas se registraron rachas de hasta 90 kilómetros por hora, según los datos de la Estación Meteorológica de El Arenosillo. Respecto a la temperatura, el día del incendio, la máxima era de 40 grados centígrados y la mínima de 22 grados centígrados.

Actualmente se encuentran en la zona del incendio realizando tareas de vigilancia, remate y liquidación 45 bomberos forestales, tres técnicos de operaciones, un técnico de extinción, cuatro agentes de Medio Ambiente, cinco vehículos autobomba, un camión nodriza, una maquinaria pesada y una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT).