Comunicado de Anticapitalistas del pasado día 12 apoyando de manera expresa la celebración unilateral de un referéndum de autodeterminación en Cataluña: "Las leyes no están por encima de la democracia (…) La celebración del referéndum desobediente en Catalunya contribuiría sin duda a acelerar el proceso destituyente en el resto del Estado español, contribuyendo a profundizar la democracia y a debilitar al régimen del 78”.

Declaraciones de Teresa Rodríguez, líder destacada de Anticapitalistas, el 16 de junio en Granada: "Lo más deseable sería un referéndum pactado", pero si se organiza una consulta su partido está en contra de "criminalizarla".

La dirigente andaluza eludía así dar explícitamente su apoyo al referéndum unilateral, sustituyendo el respaldo explícito de Anticapitalistas por un elusivo y diplomático ‘rechazo a criminalizar’ la consulta, cuya ilegalidad no niega la corriente más izquierdista de Podemos: un escollo el jurídico que esquivan esgrimiendo la controvertida doctrina según la cual “las leyes no están por encima de la democracia”.

'No hay contradicción'

Para la coordinadora de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, no hay "contradicción" en esta formación respecto a la consulta sobre la independencia de Cataluña, donde lo "deseable" sería un referéndum "pactado"No obstante, si finalmente se celebra la consulta, Podemos siempre se opondrá a la "criminalización" de la misma. 

Sin embargo, el hecho de que los medios de comunicación dieran, de manera unánime, tanta relevancia al comunicado de Anticapitalistas del 12 de junio revela precisamente que para la opinión pública sí hay contradicción entre la posición de la corriente y la de la dirección nacional. Como se sabe, la posición oficial del partido morado que lidera Pablo Iglesias es de rechazo no a que haya un referéndum sino a que este se convoque unilateralmente.

El TC y los ciudadanos

Según Rodríguez, "que el Tribunal Constitucional ande parado con cuestiones fundamentales para los ciudadanos pero actúe a golpe de demanda del PP para tratar de evitar que ciudadanía diga lo que piensa no debería ocurrir en un sistema democrático".

Por lo demás, para Rodríguez "lo que rompe España no es que Cataluña quiera opinar en un referéndum, sino la desigualdad de un país donde hay dos personas que tienen lo mismo que catorce millones".