El senador de Compromís Carles Mulet se siente una víctima de una campaña de “intolerables ataques” llevados acabo por los socialistas contra su persona. Para defenderse de ellos ha apelado al presidente del Senado pidiéndole amparo ante los “insultos" de la bancada del PSOE durante sus intervenciones en el hemiciclo.

Como se sabe, Mulet ocupó la semana pasada un destacado espacio en la prensa y los telediarios nacionales cuando, durante un pleno, rompió con cierta saña una fotografía de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, al tiempo que decía “qué asco de señora”. Era la forma de responder del senador valenciano al hecho de que Díaz se hubiera referido a su grupo como “izquierda inútil” a propósito de una moción socialista sobre el Corredor Ferroviario.

Propuesta de reprobación

A su vez, este martes el PSOE ha llevado ese incidente a la junta de portavoces de la Cámara Alta, en la que ha pedido la reprobación de Mulet. El portavoz socialista, Vicente Álvarez Areces, ha pedido que Mulet se retracte, sea llamado al orden por el presidente y retire sus palabras del diario de sesiones. Ante una intervención que ha calificado de "intolerable", "desproporcionada", "inaceptable" e "incluso machista".

Espinar se distancia

Incluso su socio parlamentario y portavoz del Grupo Unidos Podemos en el Senado, Ramón Espinar, se mostraba más bien crítico Mulet: "Se pueden defender las posiciones políticas con mucha contundencia", pero no se debe “atacar a nadie".

El senador de Compromís se queja de sufrir "continuas interrupciones" en sus intervenciones. El origen de esos "gritos e insultos" de los que "nadie luego se retracta" es el Grupo Socialista, pero en las actas –se lamenta– no queda constancia de ello.

Ella me insultó antes

"Entiendo que mi tono puede alterar en ocasiones a otros senadores, pero eso no legitima esta continua intromisión e intolerables ataques", se defiende Mulet, al tiempo que pide que "se tomen las medidas oportunas para que en la medida de sus posibilidades se eviten estas incidencias y no queden impunes".

Tras haber roto la fotografía de Díaz en la tribuna, los socialistas exigieron una disculpa o una retractación de Mulet, pero ese se negó alegando que lo que le había dicho la presidenta andaluza –“izquierda inútil”– también era un insulto y si ella no se disculpaba primero por sus palabras, el tampoco lo haría por romper la foto.