Manuel H.P., el ultra del Betis detenido por agredir a un hombre en Bilbao antes del partido de fútbol entre el Athletic y el Betis, no consiguió convencer a la juez de Instrucción número 3 de Sevilla de su inocencia, que lo ha desterrado provisionalmente de la ciudad y le ha prohibido participar en redes sociales.

En cambio, Manuel, monitor de gimnasio y culturista, sí convenció a su madre. En declaraciones a los medios tras prestar declaración, la mujer aseguró a los periodistas que su hijo “no es violento”. Su madre –que parecía no dar importancia a los antecedentes penales de su hijo por delitos contra la seguridad vial y de lesiones– dijo estar convencida de que Manuel “es un niño muy bueno” y que, en realidad, agredió al hombre que estaba pacíficamente sentado en una terraza porque unas horas antes su supuesta víctima, acompañada de una docena más de personas, habían ido a buscarlo “con cadenas y perros” para agredirlo e insultarlo con frases como 'españolito de mierda, vete de aquí'. Los periodistas, como la juez un poco antes, no creyeron una palabra de esa versión.

"No me grabes que te meto"

En su primer encuentro con las numerosas cámaras que lo estaban esperando a la salida del juzgado, el ultra bético ya dio indicios de su carácter al mostrarse amenazante con los periodistas: “No me grabes que te voy a meter”, le decía a uno de ellos.

Un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informaba ayer de que la juez ha dejado a Manuel H. P. en libertad provisional con la medida cautelar de no acercarse a Sevilla --medida acordada por el Juzgado de Instrucción número 2 tras una agresión homófoba—y abandonar ya Sevilla. La juez ve en lo sucedido indicios de un delito de incitación al odio, agravado por su difusión en redes sociales.

En el vídeo que circula por la redes sociales y que fue compartido por el propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido desde su cuenta de Twitter, se ve cómo el agresor se acerca al grito de 'Arriba España' con un vaso grande de bebida a un hombre que lee el periódico en una terraza de la Plaza Nueva y le pregunta si es 'proetarra' y lo agrede sin mediar palabra. La víctima se marcha corriendo hacia el interior del bar, entre las risas de los que graban el vídeo y los que acompañan al agresor.