La Policía ha detenido hasta ocho personas, al menos tres de ellas delincuentes comunes con antecedentes, por desórdenes públicos al “dar golpes en el suelo, gritar con amenazas” y correr para provocar el pánico y estampidas entre los asistentes a las procesiones del día grande de la Semana Santa Sevillana.

A varios de los detenidos -uno de los cuales con un historial de 36 detenciones- les fueron incautados objetos contundentes, como barras metálicas con las cuales hacían ruido para provocar el miedo y la inquietud. Tras pasar a disposición judicial, tres de ellos ingresaron en prisión mientras que el resto quedó en libertad con cargos.

Gritos de 'Alá es grade'

Algunos de los detenidos profirieron gritos como 'Alá es grande' y también 'Gora ETA' con el fin de provocar el pánico entre los asistentes a las procesiones, aunque ninguno de los detenidos tiene vínculos con el terrorismo, según fuentes policiales.

Aunque iniciamente se descartó que hubiera habido heridos, informaciones posteriores confirmaban que más de 70 heridos, aunque solo uno de ellos se encontraba en estado grave, por traumatismo craneoencefálico, si bien después de estar unas horasen la UCI pasó a planta.

La mayor parte de los atendidos en centros hospitalarios sevillanos fue por ansiedad, fracturas leves y contusiones diversas. El Ayuntamiento de Sevilla ha informado que se desplegaron todos los recursos de atención sanitaria disponibles, entre ellos tres equipos del 061 y una decena de ambulacias.

El precedente de 2000

El precedente más recordado de la tensión de esta noche fue el caos vivido en la Madrugá del año 2000, cuando tuvieron lugar varias avalanchas y carreras que sembraron la confusión la carrera oficial.

En cuanto a esta Madrugá de 2017, el servicio municipal de Emergencias de Sevilla admitía en un comunicado se habían producido varias carreras pero que la calma se había "recuperado progresivamente". Inicialmente fueron tres los detenidos, aunque la cifra subió hasta ocho. Todos han pasado a disposición judicial. Los tres primeros fueron detenidos en la zona de Marqués de Paradas y son considerados por las autoridades locales como "delincuentes comunes".

Aplausos y lágrimas

Según testigos presenciales, el público respondió con aplausos y palabras de ánimo dirigidas a los nazarenos de La Macarena que, en un momento de nervios provocado por la incertidumbre generada en plena calle Sierpes, no pudieron contener las lágrimas.

La banda de música de San Juan Evangelista, que abría el cortejo de la Esperanza de Triana, tuvo que suspender la estación de penitencia por el caos creado, durante el cual algunos de sus intrumentos sufrieron desperefectos.

Las provocaciones tuvieron lugar al paso de la Hermandad de la Macarena en la calle Sierpes y también en la zona de Salvador, en pleno centro de Sevilla y donde suelen registrarse grandes aglomeraciones. El efecto principal del vandalismo fue sobre sensación de pánico entre los nazarenos y los asistentes.

Igualmente, se produjo otra pequeña estampida en la salida de la Hermandad de Los Gitanos en su salida. No obstante, las autoridades subrayan que no hay motivo de alarma y descartan cualquier hipótesis que no sea la del vandalismo, aunque están analizando la información para determinar las causas de lo ocurrido.