Pensiones. Empleo. Dependencia. Solidaridad. Igualdad. Federalismo. Sanidad. Educación. Investigación. Europeísmo. Todos los grandes asuntos que conforman el discurso de la socialdemocracia clásica encontraron un hueco en el discurso de Susana Díaz este domingo en Madrid para anunciar su candidatura a la Secretaría General del PSOE.

En términos de programa propiamente político, la presidenta andaluza no dijo nada nuevo. Ni tampoco lo intentó. Más bien todo lo contrario: Díaz intentó rescatar la imagen de un PSOE felipista, zapaterista, fiable, reconocible y con moral de victoria: “Quiero –dijo– un PSOE que vuelva a ganar. ¡A ganar!”. Para ello se mostró dispuesta a “recorrer todos los rincones del país, agrupación por agrupación”.

“Lo hemos petado”

“Hoy lo hemos petado”. Así se refería Susana Díaz al lleno total de este domingo en Madrid. A las doce y unos minutos, la cuenta de Twitter de la candidatura de Susana Díaz anunciaba: ‘El pabellón 1 de IFEMA está desbordado y se ha habilitado el 3’. Poco después, otro mensaje mostraba fotos del pabellón 1 a reventar ‘a la espera de que llegue la candidata a primarias’. La organización había funcionado como una máquina bien engrasada para reunir a cerca de 9.000 personas, según fuentes socialistas.

"Me siento contenta y feliz porque hoy voy a anunciar que tengo el orgullo, el honor, de anunciar mi candidatura a la secretaría general del PSOE". El anuncio de la candidatura de Susana Díaz era al mismo tiempo su primer acto como candidata, y no podía salir mal, sobre todo considerando que a casi 500 kilómetros de allí, en Burjasot, Pedro Sánchez había contraprogramado a Díaz con otro mitin que, por las mismas razones, tampoco podía salir mal.

Todos los históricos

En el arranque, las primeras imágenes emitidas en directo por Twitter mostraban a una Susana Díaz repartiendo besos y abrazos a militantes rodeada de una nube de cámaras junto a Alfonso Guerra, Felipe González, Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba, Matilde Fernández, Carme Chacón, José Bono… numerosos alcaldes y varios presidentes autonómicos, al tiempo que el himno socialista iba calentando el ambiente en la fría mañana madrileña.

Guerra en Twitter

Mientras, seguidores de Susana y de Pedro, pero también otros cuyos ácidos reproches indicaban claramente que no militan en el Partido Socialista, libraban su particular batalla en las redes sociales disparando mensajes a favor y en contra de los candidatos.

No era fácil identificar mensajes a favor o en contra de Patxi López: en estas primarias hay tres candidatos pero sigue dando la impresión, muy desfavorable para el líder vasco, de que hubiera solo dos.

Un proyecto ganador

En su discurso, Díaz hizo una alusión personalizada de cada uno de los líderes históricos y territoriales que la acompañaban, pero también se refirió por sus nombres de pila a alcaldes o dirigentes locales desconocidos.

Y es que la presidenta andaluza puso especial cuidado en proyectar la idea de que conoce a fondo un partido “que no es de nadie” y que no puede dedicarse a “imitar el modelo de otros” ni tampoco dejar de encarnar un “proyecto autónomo y ganador”, ya que “una cosa es pactar y otra muy distinta entregar el partido a otros”.

La alusión a Pedro Sánchez era obvia, aunque pidió que nadie hablara mal de ningún socialista y apeló a una campaña limpia donde “se respete a los compañeros”, pero también se respete “la verdad”. Y añadió: “Soy cien por cien PSOE, pero no me pertenece, no es el PSOE de Susana Díaz, es el de todos, nosotros pertenecemos al PSOE pero el PSOE no nos pertenece”.

Un alcalde catalán

Abrió el acto la dirigente cántabra Estela Goikoechea y luego tomó la palabra Antonio Balmón, alcalde de Cornellá y referente del socialismo catalán. Hubo aplausos cuando el regidor barcelonés saludó en catalán ‘als companys’ del PSC, la federación donde en principio Susana Díaz puede encontrar más resistencias. Balmón defendió “la moderación y la firmeza porque queremos gobernar para alcanzar un nuevo pacto social y nuevo pacto territorial, porque sin poder público no somos nada, hay que volver a recuperarlo”. Tras estas últimas palabras las cámaras mostraban a Felipe González comentando algo al oído de Susana Díaz y a esta asintiendo. ¿Le estaba diciendo ‘es urgente recomponer las relaciones con Cataluña, con el PSC, con ambos’?

Teloneros de lujo

La siguiente en tomar la palabra fue la histórica ‘guerrista’ Matilde Fernández, “hoy una militante de base”. Fernández, que midió mal los tiempos al desplegar una intervención excesivamente larga, también elogió la cultura del diálogo, el pacto y el entendimiento y apeló a la necesidad de tener un partido unido que dé confianza y seguridad a la ciudadanía y comprometido con los valores de la Ilustración y la solidaridad.

Luego sería el turno para Eduardo Madina, presentado por Matilde Fernández como “un joven jugador de baloncesto al que ETA quiso matar”. Madina arrancó los aplausos de los militantes con esta afirmación: “Nos habéis pedido muchas veces que Susana y yo estuviéramos juntos, pues bien: ya estamos juntos. Este es mi sitio, con Felipe, con Alfonso, con Bono, con Carme…”.