Aunque es bastante excepcional que un fiscal haga uso de las redes sociales para aclarar posibles malentendidos o interpretaciones inexactas de sus conclusiones sobre un caso, el acusador público del caso Romanones ha utilizado su cuenta en Facebook para salir al paso de “inexactitudes que pretenden tergiversar lo expuesto en la vista oral de conclusiones”.

Francisco Hernández Guerrero alude, en realidad, en su texto a una sola 'inexactitud': la relativa al Opus Dei, que habría esgrimido como un mero “recurso retórico” sin pretensión alguna de “sugerir la existencia de una conspiración del Opus Del tras el caso Romanones”.

El viraje del fiscal

Como se sabe, en su alegato final durante la última jornada del juicio contra el padre Román M. V. por supuestos abusos sexuales a un menor, el fiscal sorprendió a la sala al pedir la absolución del acusado, para quien al comienzo del juicio reclamaba nueve años de prisión. Las acusaciones particular y popular mantuvieron sus peticiones de fuertes penas de cárcel y no ocultaron su perplejidad por la conducta del Ministerio Público.

En su alegato el fiscal llegó, en efecto y como mera hipótesis, a vincular la presentación de la denuncia por parte del joven con el hecho de trabajar en un centro educativo del Opus Dei en Pamplona. En sus conclusiones, Francisco Hernández se preguntó también por qué David había denunciado los hechos después de tantos años y por qué, si tanta aversión sentía por los curas y por la Iglesia, había ingresado nada menos que en una orgnización como el Opus Dei.

La Prelatura enseña los dientes

El pasado día 22, al siguiente de exponer el fiscal sus conclusiones en la vista oral, la Oficina de Comunicación del Opus se veía “en la obligación de rechazar la existencia de cualquier intervención o conspiración" y difundía una nota en la que, sin citar explícitamente al fiscal, lanzaba esta advertencia: "Esas conjeturas resultan asombrosas y solo pueden proceder de una imaginación desbordada o de un desconocimiento de la realidad. El Opus Dei no ha tenido ningún tipo de intervención en este caso".

El fiscal matiza…

Ese mismo día 22 publicaba su ‘defensa’ en Facebook el fiscal Hernández, que es miembro de la conservadora Asociación de Fiscales, mayoritaria en el Ministerio Público.

De manera bastante insólita por el canal utilizado para hacerlo, Hernández se justificaba en estos términos: “Las referencias efectuadas al Opus Dei han obedecido a la propia declaración realizada por la víctima, que en el primer renglón de su carta al Papa aludía a su condición de supernumerario del Opus Dei. Esta situación, manifestada por él, nos ha permitido traer a colación y a contradicción su empleo de los medios de formación y auxilio espiritual (confesión y dirección espiritual), y el hecho de que durante cuatro años de pertenencia antes de la denuncia nunca hubiera tenido problemas psicológicos ni psicosomáticos”.

A continuación añadía el fiscal que “la mención efectuada durante la vista oral del 21 de marzo a que quizá David realizara la denuncia como pago de favores recibidos fue efectuada como recurso retórico junto con otras hipótesis”.

… y vuelve a matizar

A renglón seguido, el fiscal lamentaba “profundamente que algún medio haya extraído del resto del informe esas palabras para aludir a mi pretendida voluntad de sugerir la existencia de una conspiración del Opus Del tras el caso Romanones”.

Aunque la matización ya parecía haber quedado suficientemente explicada, Hernández no quería dejar ningún cabo suelto y remachaba: "Porque, de una parte, [algún medio] ha olvidado mencionar mi referencia categórica y directa al calificativo Mentira con que concluí mis referencias a la ausencia de móviles de esta naturaleza, pues no se podía afirmar en absoluto tal hecho, como tampoco cuáles eran los móviles de David al denunciar. De otra, porque hace una semana me preguntaron los representantes de los medios de comunicación si era posible hablar de intervención del Opus en los hechos, a lo que respondí que eso era una mera conjetura que no aceptaba porque no había hechos que la sustentaran”.

Dan Brown y las frases suculentas

Finalmente y tras agradecer, con buen tacto político, a los medios la cobertura dada al juicio oral, Hernández concluía: “No puedo compartir, no obstante, el propósito de generar polémica y morbo sobre la base de elementos propios de las novelas de Dan Brown; y menos empeñando mis palabras. Se han empleado muchos recursos públicos, materiales y personales, en realizar un proceso justo para que, al final, alguien llegue, oiga una frase ‘suculenta’, la corte y saque de situación para hacer ruido”.

En efecto, los medios policiales y judiciales desplegados para esclarecer el caso han sido muchos, pues no en vano el propio papa Francisco llamó personalmente al denunciante para interesarse por la que sin duda ha sido la acusación más grave que ha pesado sobre la Iglesia española en materia de abusos a menores.

Un cargo vacante

La inusual aclaración del fiscal Hernández en su cuenta personal de Facebook ha sido vinculada en medios judiciales granadinos con el hecho de que el cargo de Fiscal Jefe de Granada ha quedado vacante tras el reciente nombramiento de su anterior titular, la también conservadora Ana Tárrago, como Fiscal Superior de Andalucía en sustitución de Jesús García Calderón.

Francisco Hernández, especulan en esos mentideros sin aportar pruebas, podría estar interesado en postularse como Fiscal Jefe de Granada y de ahí su apresuramiento en dejar claro por una vía tan poco ortodoxa en el mundo judicial que en ningún momento había sido su intención manchar el nombre de una institución como el Opus.

Algunas dudas

En todo caso, el propio Hernándezel ha asegurado que su cambio de posición es compartido por toda la Fiscalía. Fuentes no oficiales del Ministerio Público sugieren, en cambio, que no ha habido tal unanimidad.

Pero, más allá de especulaciones políticas, lo cierto es que en el transcurso del juicio determinados testigos y distintas pruebas periciales sembraron, efectivamente, algunas dudas sobre la verosimilitud inequívoca del testimonio del denunciante.

Aun así, las acusaciones particular y popular consideran que tales dudas habrian sido insignificantes y que, en lo fundamental, el relato de David seguía siendo tan sólido al final como al principio de la vista.