Su nombre era Samuel, debía tener entre cinco y siete años, había nacido en el Congo y su madre, de nombre Verónica, al igual que él murió ahogada en aguas del Estrecho cuando ambos intentaban llegar a España en una patera que probablemente naufragó hace unas dos semanas.

Esos son los pocos datos que hasta ahora se tienen del pequeño cuyo cuerpo fue encontrado en las costas de Barbate el pasado viernes, pero cuyo hallazgo ocultó la Subdelegación del Gobierno, según denunció el domingo la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y confirmó ayer el alcalde de Barbate, Miguel Molina, que ha formulado una queja oficial por no haber sido informado del hecho.

Ahogados sin foto

Los medios lo han bautizado como el ‘Aylan de Barbate’, en referencia al niño de origen sirio Aylan Kurdi cuyo cuerpo apareció en una playa de la costa turca en septiembre de 2015 y cuya imagen conmovió al mundo. Esta vez no ha habido conmoción generalizada porque no ha habido imagen.

Mientras, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz, afirmaba que "de ninguna manera” se había intentado ocultar información". Esta era su explicación, que no ha convencido al alcalde de Barbate: "El cuerpo apareció en un estado de avanzada descomposición, aunque se sabe que es de origen subsahariano y por eso una de las hipótesis lo relaciona con los cadáveres que aparecieron el 13 y 14 de enero. Se darán más datos cuando esté contrastada la información que está recogiendo la policía judicial".

Todos salvo el PP

Todos los partidos, salvo el PP, tuvieron palabras de solidaridad y de condena por el caso de Samuel, sobre el cual el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, dijo que "se va a hacer toda la investigación" y que "desgraciadamente ese tipo de tráfico tiene como consecuencias situaciones dramáticas que no son evitables, pero que si no actuara Salvamento Marítimo serían absolutamente frecuentes".

Con motivo de la muerte de Samuel, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y otras organizaciones, entre ellas el Obispado de Cádiz, han llamado a la sociedad a mostrar su "repulsa y condena ante la muerte de personas migrantes y refugiados a las puertas de Europa". La concentración simbólica de carácter solidario ha sido convocada a las 19,00 horas de este martes ante el Ayuntamiento de Barbate.

Huyendo de la guerra

El pequeño, informó ayer APDHA, "pertenecía a la expedición formada por dos pateras que naufragó el día 13 en la costa gaditana. Desde hace días, organizaciones como Andalucía Acoge se están encargando de realizar las tareas de identificación y contacto con los familiares".

Según la asociación, "podría tratarse de Samuel, un niño que viajaba con su madre, también desaparecida, procedente de El Congo, víctima de las consecuencias de un conflicto armado".

Los activistas andaluces por los derechos humanos hacían también esta reflexión: "No sabemos cuántos Aylans, cuántos Samueles, cuántos hombres y mujeres, hay en el fondo del mar sin que su familia sepa nada de ellos. Todos tienen una vida y una historia que Europa no puede ningunear. Están huyendo de guerras, de situaciones de miseria, de hambre, de explotación y Europa sigue cerrada como una fortaleza ante ellos".

246 muertos este año

En lo que va de año han muerto en el Mediterráneo 246 personas, según la Organización Internacional de las Migraciones, cifra que se suma a las más de 5.000 personas fallecidas el año pasado, recordaba ayer APDHA, que calificaba de “auténtica aberración el enfoque securitario” dado por Europa al problema de la inmigración.

Por su parte, Save The Children hizo un llamamiento este lunes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que no se vuelvan a repetir muertes de niños en las costas españolas como la de Samuel. La organización le exige vías legales y seguras para todas aquellas personas que huyen de la violencia y la pobreza hacia Europa porque sólo en el mes de enero 3.871 personas han llegado a Europa desde África, Asia u Oriente Medio buscando una vida mejor y 246 se han ahogado en el viaje.

"La única forma de evitar las muertes en el Mediterráneo es estableciendo rutas seguras y legales. España tiene una gran responsabilidad ya que la frontera sur ", afirmaba el director general de Save the Children, Andrés Conde.